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España España · Madrid
Voto de Charles:
8
Serie de TV. Intriga. Ciencia ficción. Drama Serie de TV (2016-2019). 2 temporadas. 16 episodios. La historia comienza cuando Prairie Johnson (Brit Marling), una chica ciega desaparecida siete años atrás, reaparece en su ciudad habiendo recuperado la vista. Un milagro para unos, un bicho raro para otros, el caso es que Prairie, que se hace llamar OA, decide no contar dónde estuvo estos 7 años a sus padres o al FBI, sino a 5 personas del pueblo, unos pocos elegidos que entenderán ... [+]
17 de diciembre de 2016
55 de 75 usuarios han encontrado esta crítica útil
Menudo experimento el que han desarrollado Brit Marling y Zal Batmanglij.
Como otro clarísimo ejemplo de serie que está más cómoda siendo película, se abre con un capítulo monótono, extrañamente plomizo, de difícil seguimiento para una premisa que de entrada nos deja bastante huérfanos en lo que a interés se refiere.
No entendemos el pueblo al que ha vuelto Prairie Johnson después de 7 años, porque todo parece ser banal e indolente, reflejando el estado de ánimo de sus residentes. "Paciencia", podría decirse en esa hora inicial.
Porque no es hasta los diez minutos finales del piloto, no por casualidad cuando por fin se revela el título de lo que estamos viendo, cuando empezamos a saber el por qué de todo lo anterior.

'The OA', en su esencia, es un canto a la bondad, al espíritu de tolerancia y comunidad que habita en todo ser humano.
Algo tan ajeno, y en el fondo tan olvidado en tiempos de relaciones impersonales e ignorancias asimiladas, que no es de extrañar que casi nos parezca normal. La primera hora de la serie nos ha mostrado todo eso, y no nos parece "nada", pero por si fuera poco Batmanglij ha logrado provocarnos sutilmente una incomodidad que tarda en desaparecer.
Por eso, en cuanto Prairie empieza a confesar su historia, enseguida la escuchamos como los cinco reunidos con ella: se trata de un relato fascinante, que nos desvela que existe un orden superior de las cosas, alejado de todo lo que nos rodea. Estamos tan enganchados como los cinco oyentes, en el fondo igual de esperanzados que ellos porque queremos oír algo increíble, pero posible.

Prairie entonces cuenta su vida, repleta de abandonos y pérdidas, de enigmas con difícil resolución y misterios que algún día deberán encontrar su final.
Algunos conceptos mostrados requieren un cierto nivel de confianza para con el espectador, por surrealistas y a priori posiblemente ridículos, pero acaba por no importar porque ya formamos parte de la comunidad que escucha a la "reaparecida": un nini violento con falta de afecto, una cuarentona demasiado amargada con su trabajo, una transexual en busca de identidad, un estudiante presionado para alcanzar sus metas académicas... un grupo de marginados, de los de verdad, con dilemas reales sin innecesarios subrayados de lucha de clase o diferencias raciales, vacíos en sus anhelos y pobres en su voluntad.
A través de Prairie, escuchan todos los días una difícil lucha pasada (¿o también presente?) entre la razón y lo místico, que enseña la importancia de la voluntad para cambiar nuestra realidad: si creemos de verdad, podemos lograrlo todo, y eso es algo que está en nosotros mucho antes de que nos dé por contemplarlo o ejercitarlo.

Prairie aprendió eso de la manera más dura, sobreponiéndose a una ceguera que la hacía sensible pero débil, y tratando de huir de las garras de un educado torturador, fascinado por las posibilidades ocultas en ella.
No conviene desvelar mucho de esta parte de la serie, principalmente por lo sorpresiva que resulta su impactante inclusión en lo que venía siendo una búsqueda de identidad, pero baste decir que acaba sirviendo exactamente para eso mismo: entre maldades e intereses cruzados, Prairie acaba conociendo su propósito, no sin antes darse cuenta de que será duro conquistarlo.
Una sencilla frase, ante la oportunidad de huir del torturador, la acaba definiendo mejor que nada: "si no lo intento, no soy lo que digo que soy". La magnífica voz de narradora de Brit Marling pone el resto ante su asunción de identidad, por mucho que duela, por desconsiderado que el mundo haya llegado a ser con ella.

En la escena más emocional de la serie, a un acto de violencia le sigue un abrazo: un simple abrazo, una caída de escudos, una cariñosa invasión de nuestro perímetro personal.
Quizás como una señal de que todo lo horrible y malvado del mundo se puede borrar, solo conque alguien permanezca a nuestro lado a pesar de todo, a pesar de nosotros, y sobre todo pese a nuestros egoístas impulsos (todo lo malo que hacemos... siempre fue "antes", cuando después ya no podemos evitarlo).
Prairie ha aprendido a quedarse. E intenta enseñar eso mismo a todos los que la escuchan, incluido el espectador.

"Existir es sobrevivir a las elecciones injustas" menciona otro personaje central de la serie.
Y qué mejor manera de hacerlo que uniendo nuestras voluntades ante la adversidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Charles
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