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España España · Madrid
Voto de Charles:
7
Terror Antología de terror que reúne una serie de relatos cortos, cada uno inspirado en una celebración distinta, entre la que encontramos Navidad, San Valentín o Pascua. Pero todos con el punto en común de darle una vuelta escalofriante a las tradiciones y el folclore. (FILMAFFINITY)
9 de diciembre de 2016
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué agradecidas suelen ser las películas episódicas.
¿No te gusta uno de sus relatos? Tranquilo, en unos minutos tendrás otra oportunidad.
¿Ves una historia que aprovecha como ninguna la brevedad de su idea? Genial, otras tantas oportunidades tienes para ver algo similar.

'Holidays' no es nada especial, pero da lo que promete: otra mirada, más tenebrosa y perversa, de la que solemos dedicar a esas festividades que asoman como oasis en el calendario, dispuestas a rescatarnos de los insípidos días restantes.
Por el camino, descubre que ni deberíamos estar tan agradecidos ni tan dispuestos a celebrarlas:

- San Valentín: El amor a veces busca curiosos caminos para expresarse. Que no engañe la sencillez de este episodio, pues bajo él late un cariño adolescente tan puro como disfrutable, con el rencor y el odio como inesperados compañeros de viaje. Al fin y al cabo, ¿qué sería de nosotros si el amor no pudiera transformar (o mejor, "adaptar") hasta esas dos emociones?

- San Patricio: Probablemente el mejor de todos los episodios, capturando en un eficaz montaje el hastío vital sin objetivo, proclive a buscar fantasmas donde no los hay. ¿Pero y si los hubiera? En un surrealista cóctel, una maestra pierde las bragas en el día de los gorros verdes, y a partir de entonces empieza a soñar con reptiles dentro de su barriga de nueve meses, mientras el resto del mundo parece aceptar su inesperada maternidad. El tono no puede ser más natural y chiflado: los mejores aliados del terror inesperado.

- Pascua: Reconozcámoslo, todo el mundo quería levantarse y pillar a Papá Noel con las manos en la masa. ¿Pero nadie se ha parado a pensar en lo que pasaría tras eso? ¿A lo mejor el voluntario ocultamiento de las figuras que traen regalos en la oscuridad es por algo, no? Una niña duda de la resurrección de Jesús, y la existencia del conejito de Pascua. Gran noche para resolver ese par de misterios, entonces.

- Día de la Madre: Con diferencia el capítulo más flojo, quizá porque pierde demasiado tiempo en la preparación de su idea y se olvida de pasárselo bien con ella. Una abortista por deporte se propondrá tener un hijo por primera vez, y para ello se internará en un retiro espiritual y sensual al desierto, donde le esperan otras madres frustradas que veneran la fertilidad y lo femenino. Lástima de ambientación y punto de partida, gastados en mala sugerencia.

- Día del Padre: Lo que empieza como una carta cariñosamente recitada a una hija se convierte en una búsqueda del tesoro, uno sin monedas ni plata, traído expresamente del pasado. La voz cálida y amable de un hombre nos va llevando tanto como a su hija a lugares siniestros y abandonados, donde cualquier cosa puede haber estado esperando en la oscuridad. ¿Qué pasaría si el escudo de voz decidiera dejarnos solos en esa oscuridad, perdidos en la duda de la posibilidad? Las respuestas no hacen falta, cuando la tensión está tan bien sostenida.

- Halloween: El capítulo que más se podría haber prestado a la temática terrorífica es, sorprendentemente, el menos excesivo, el más sobrio. Apenas un trío de chicas, y un pringoso con ansias de controlarlas. Pero no debería ser así: antes, las mujeres en la Festividad de todos los Santos podrían ser terroríficas criaturas de nariz curva montadas en su escoba, que inspiraban temor en el corazón de los hombres. Parece entonces una buena oportunidad para recuperar esos ecos de la tradición pasada.

- Navidad: Este capítulo se abre con una terrible decisión moral, del tipo que te mantendría despierto durante noches. La Nochebuena no pasa lo suficientemente rápida cuando se toman esas decisiones, menos aún si un extraño juguete te la pone todo el rato delante de las narices, mostrándote lo retorcido que eres en realidad. ¿No iba el 25 de diciembre de hacer balance del año y sacar nuestra mejor versión? Es que a veces nuestra mejor versión tiene mucho que ver con la que un inoportuno juguetito nos muestra.

- Fin de Año: La noche que nadie quiere pasar solo, en tiempos en los que vendemos nuestra soledad al mejor postor en apps de citas. Mucho ojo con los besos bajo el muérdago a toda costa, que las uvas se te pueden atragantar.

Y tras todo lo pasado, se mira con otros ojos el calendario.
Quizás deseando que las festividades no nos dejen más historias macabras que los días de diario.
Charles
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