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España España · Madrid
Voto de Charles:
8
Western. Acción Los habitantes de Rose Creek, atemorizados bajo el control del industrial Bartholomew Bogue, deciden contratar a siete forajidos para terminar con la amenaza: Sam Chisolm (Denzel Washington), Josh Faraday (Chris Pratt), Goodnight Robicheaux (Ethan Hawke), Jack Home (Vincent D´Onofrio), Billy Rocks (Byung-Hun Lee), Vasquez (Manuel García Rulfo) y Red Harvest (Martin Sensmeier). Sin embargo, pronto se darán cuenta estos siete que están ... [+]
8 de octubre de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Da la impresión de que el western, hoy por hoy, está condenado a desnaturalizarse.
Abundan últimamente los ejemplos irónicos, posmodernos, intimistas, fantasiosos... de un género al que le cuesta encontrar adeptos en el nuevo siglo, algo que se entiende viendo la sobreexplotación que tuvo en décadas pasadas.
El clásico vaquero y su revólver han quedado obsoletos, dejando un triste páramo en el género que está lejos de llenarse por parte de quienes pongan la pasta.

Teniendo eso en cuenta, 'Los Siete Magníficos' casi merecería la categoría de milagro.
Desde el principio no confunde fuerza dramática por impacto visual: la escena que abre la película, en la que un empresario minero amenaza a un pueblo envenenando hasta sus mismas raíces solo con su sola presencia, mientras destituye la fe a la que sus habitantes se agarraban como clavo ardiendo, está llena de contención. Sentimos la maldad de Bart Bogue solo por sus palabras, no por su brutalidad (que también).
Tampoco confunde acción y tensión por "explota todo por los aires", como deja claro la escena de saloon poco después. No siente la necesidad de hacerle un guiño al espectador porque, jaja, esta es una historia de gente que lleva sombrero y viaja a caballo, jaja, cómo nos la vamos a tomar en serio.
Ni rastro de música rapera que no viene a cuento, solo una excelente marcha sinfónica a cargo del tristemente fallecido James Horner (en uno de sus mejores trabajos).

Antoine Fuqua ha entendido que no tiene que acercarse a un público joven y moderno, porque esta es una historia que solo puede ser contada en su forma más clásica.
Como tal, 'Los Siete Magníficos' empieza con un extraño llegando a un pueblo, continúa con el extraño causando problemas y sigue con extraños uniendo sus fuerzas por inconsciencia o por aburrimiento, pero nunca por cobardía. Están, literalmente, todas las situaciones que ya conocemos, convenientemente refrescadas para que sepan a nuevo: el tenso duelo de miradas, los bandidos tontos, la cabalgada al atardecer, el cruce de pistolas... quizá sea lo más parecido a contemplar una exposición de museo, que no para de mostrar cómo se hacían bien las cosas.
Cómo pudimos olvidarnos del Oeste, con lo bien que sus cruzadas por el honor y sus búsquedas de justicia representaban el espíritu humano, con todas sus contradicciones, enfrentado a un territorio árido y hostil donde uno valía lo que vale su coraje, que no su arma.

Pero es que además, lejos del buen hacer para la galería, más allá de sus tensa acción y su efectivo humor, esta historia tiene un alma, encapsulada en los actos de cada uno de sus 7 magníficos.
La relación que se crea entre ellos al principio podría ser una competición de a ver quién es más macho, y puede que hasta el momento solo estén probando como niños grandes cuánto se pueden meter en la boca del lobo y salir bien parados.
Pero llega un momento donde a la chulería de Josh Faraday (grande e irónico Chris Pratt) le sustituye el humor negro del condenado. Donde la imponente planta de Goodnight Robicheaux (otro grande Ethan Hawke) deja paso a un hombre rodeado por la sangre que derrama sin parar. Y hasta el entrañable Jack Horne (un sutil Vincent D'Onofrio) deja de decir lo que en apariencia eran tonterías para exclamar la verdad más grande, abstracta y absoluta: "nosotros somos los gigantes que limpiamos el Mal de la tierra".
Es cierto. Todos ellos han creído en una causa, la han llevado a sus últimas consecuencias, y no han pedido nada a cambio. En tiempos en los que cualquier simple hombre con el mismo poder que ellos habría aprovechado para tomar el poder por su mano sin importarle las vidas humanas.

Queda claro que los 7 no eran perfectos, no eran héroes, no luchaban para recopilar los halagos de sus hazañas.
Tampoco eran villanos, pese a la crueldad de su cruzada, pese a las pérdidas que cargaban.
Pero eran valientes y desinteresados. Poco más que eso se necesita para ser magnífico.
Charles
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