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España España · Madrid
Voto de Charles:
8
Comedia Jake llega a la Universidad de Texas en su deportivo, con las ventanillas bajadas y la música a todo volumen. Quedan sólo unos días para que arranque el curso, pero piensa aprovecharlos conociendo chicas, yendo a fiestas y haciendo amigos. Secuela espiritual de Dazed and Confused, ambientada en los años 80. Los protagonistas, un grupo de jugadores de béisbol a punto de ingresar en la Universidad, son conscientes de que las obligaciones ... [+]
24 de diciembre de 2016
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Hay en esta película un sentimiento muy pocas veces capturado en su más pura esencia.
Todos lo hemos experimentado: ese momento en el que observas a los que te rodean... y simplemente sonríes.
Pensando cariñosamente "menudos tipos" o "vaya movida". Deseando, en su forma más simple, que ojalá las cosas siempre sean así, que el día de mañana os encuentre hablando de las mismas tonterías, bebiendo de la misma manera.

'Todos Queremos Algo' no es sólo la historia de Jake, se nos pone a su perspectiva por ser "el nuevo", pero se podría decir que son tres días en los que buscamos el sentido de todo esto.
El salto a la universidad, el rito de paso a la edad adulta, permanece de fondo, pero no hay tiempo para prestarle atención: estamos demasiado ocupados bebiendo toda la cerveza, entrando a todas las chicas, hablando de todo lo estúpido y prescindible.
Y de vez en cuando, un raro pájaro sobrevuela la habitación, muchas veces solo cuando Jake se da cuenta: es su conciencia del futuro que les mira, sabiendo que hoy están construyendo los recuerdos del mañana.

Richard Linklater deja a sus personajes gastarse en todas las inutilidades, deja el tiempo correr como si fuera regalado: en la universidad, siempre parece así.
Pero si te dejas llevar, si estás pendiente, verás que hay momentos que merece la pena rescatar, casi siempre camuflados en forma de conversación un martes de tarde perezosa, o en la típica tontería que se dice antes de entrar al local.
Son pocas las ocasiones en las que calan esos momentos, porque la tradición dicta que cualquier profundidad debería ser desterrada: somos demasiado jóvenes para prestarle atención, tenemos toda la vida para comprenderla, riámonos de ella hasta hacerla pulpa de nuestras bromas.

Pero ves que Jake sabe, se da cuenta. Que Finnegan, el infaltable compañero "filósofo" a veces dice mucho de verdad en sus palabras.
Y que cualquier noche puede convertirse en la puerta de entrada de esa madurez que no estamos preparados para asumir, que posponemos a cuando acabe el fin de semana, cuanto más tarde mejor.

No hay tristeza en ella: es lo que hay, es algo que también pasará.
En el fondo, Jake también la busca, en esas conversaciones con Finnegan, o con la promesa de que aquella chica inolvidable le devuelva la llamada. Para tener algo verdadero, para que el tiempo no se escape de la manera que parece hacerlo.
'Todos Queremos Algo', claro. Algo que nos haga sentir conectados, amados, comprendidos, infinitos.

Ir a clase de buena mañana después de un fin de semana de fiesta, habiendo conseguido el número de aquella chica, pese a parecer algo sencillo, es lo más parecido a esas sensaciones.
Y puede que incluso, en la inevitable cabezada ante las clases, comprendamos que la vida era esto.
Charles
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