A veces, por mucho que te desborde la originalidad, lo que ves es lo que hay.
Y me podría hacer las mil y un reflexiones (por no decir algo más onanista) sobre por qué el asesino protagonista anda buscando globos oculares, pero seguro que Bigas Luna me podría responder "porque da canguelo".

'Angustia' mola, como artefacto.
Pero una vez desvelada su interesante disposición, vuelve a ser el giallo rancio que amenazaba con ser, y poco más hay salvo alguna conseguida resuelta tensión en la oscuridad de la sala de cine.
Que esa es otra: perfecta esta peli para testarla en pantalla grande, FATAL para disfrutarla en casa, lo que desvela que sus responsables pensaban poco más allá del susto inicial.

La sugestiva advertencia/amenaza de su mensaje inicial queda mermada cuando tus acompañantes están bien iluminados y no se alejan más allá de unos centímetros de sofá.
Aún con todo, por esos momentos que creímos que el asesino podría encontrarnos, y que sus andanzas no estaban sucediendo muy lejos, ahí queda esta curiosidad de otra era.

La pantalla muchas veces es reflejo, o espejo.
Que sea ventana a pocos se les ocurre.