Una idea con originalidad en su etapa literaria, que da paso a un film un tanto pretencioso. La denuncia social llevada a cabo de este modo resulta un tanto delicada, muy confusa, poco apropiada y goza de gran soberbia. Por ahí no se pasa con agrado, no es un punto a favor. Comienza con un aire inspirado, grácil, que sugestiona. Pero se torna un tanto caótica la situación política y rebelde que quita protagonismo a una idea anterior, la idea principal de la infertilidad. Se olvida pronto que la historia debería seguir por el camino más interesante, y la cinta queda relegada a una serie de planos bélicos que se repiten en un caos que no deja entrever un interesante trasfondo. Pero es de resaltar que esos planos, al igual que todos los secuencia que utiliza Cuarón para narrar, son impresionantes, obras maestras, piezas mágicas del cine que quedarán en las escuelas para aprender a realizar una buena imagen. Gran fotografía y gran ritmo. Clive Owen no puede estar mejor, aunque su papel podría haberse estirado con matices más intensivos.
En definitiva, una historieta bélica poco atractiva desde ese punto desde el que se trata, aunque muy animada, y perfectamente realizada. Muy fácil secuencia de datos que no están claramente encadenados y que se preven con anterioridad. Brillante Alfonso Cuarón.
Lo mejor: los planos-secuencia que dejan que la baba caiga sin remedio.
Lo peor: la poca imaginación en la ciencia ficción (no se olviden que es una película de ficción).