Lo primero que quiero destacar es que se trata de una película que si no te dicen que es española no te lo crees, por el año, por su contenido, por su temática y por lo que cada uno haya visto en "La residencia". De acuerdo, Ibáñez Serrador nació donde nació y más de un actor lo mismo, pero la película puede considerarse española y no pasa nada por decir que no lo parece, que se acerca en ciertos aspectos formales a las producciones británicas de la Hammer y sobre todo, lo que siempre me gusta subrayar en estos casos, que contrasta enormemente con el cine español de esa época, finales ya de la década de los sesenta.

La creación de una atmósfera muy particular es sin duda lo mejor de "La residencia", algo que va de la mano de una recreación, de una estética, a la altura de la necesidad del guión, puesto que estamos hablando de una residencia para chicas que más bien parece una cárcel. Sí, es cierto, se tocan temas como el sadismo y la crueldad humanas, se salta a trompicones la censura de aquella época (que seguía funcionando a tope) y la trama es una cuesta abajo que merecía el final que con toda paciencia, nos planta en la cara Ibáñez Serrador.

Qué gran director de cine nos robó la televisión...

La caja tonta, con sus limitaciones, el famoso concurso de televisión y lo que fuera que hiciese, a lo que se dedicó, hace que llegados a día de hoy algunos nos lamentemos que sólo dejara para nosotros dos películas como tal. Una pena...