De "Atmósfera cero" me gusta todo lo que tiene de base de ciencia-ficción pero su desarrollo me ha acabado aburriendo demasiado. No pretendo ir de listillo, pero en un género en el que todo está permitido por propia definición es gratificante encontrar coherencia en los movimientos de sus personajes, que es algo que no tiene nada que ver con la esencia del género. Por ello de "Atmósfera cero" siempre recordaré el alma incorruptible de Sean Connery, alguien que siendo policía es honesto, alguien a quien abandona su mujer e hijo y que pese a ponerle encima de la mesa toda la pasta que haga falta decide seguir por el camino recto del poli bueno y sigue hasta el final cargando con todas las consecuencias. Lo mismo que Gary Cooper, desde luego, aunque me temo que para la mayoría el escocés está de mejor ver. Vale la pena insistir en ello, el sheriff intergaláctico actúa de la misma manera que el Cooper del "far west". Desde luego, yo no haría lo mismo que ellos, me largaría con mi mujer en ambos casos dejando atrás el marrón y a otra cosa. Poner en duda su actitud no es poner en duda su coherencia, por ello creo que "Atmósfera cero" parte de una muy buena idea y al menos eso es lo que quería destacar desde el principio.

Y ahora voy a lo malo, que es mi aburrimiento, algo que puede funcionar de forma independiente al elogio que hago de su punto de partida. A "Atmósfera cero" le sobran muchos minutos y la acción, cuando se desencadena entre esos pasillos hexagonales y en el espacio exterior sin gravedad, me ha parecido que llega tarde y de todas todas es insuficiente. Recuerdo vagamente haberla visto de adolescente y tenía una imagen mucho mejor. La trama empuja a nuestro protagonista a tomar decisiones envuelto en una tensión insana, ya se sabe, cuando la droga se encuentra en cada palmo del terreno que pisamos todo se vuelve incierto y peligroso. Pero la película se encalla y no desarrolla todo su potencial, menos mal que no soy director de cine y sólo cinéfilo de sofá. He tenido una enorme sensación de hastío en la última parte y eso nunca es bueno. Bravo por Sean Connery, desde luego, un cincuentón con sus años tan bien llevados que entra en la cafetería intergaláctica para pedir ayuda y se da cuenta de que está solo. Él siempre será inolvidable.