Me acerco a “Alcarrás” con unas expectativas muy comedidas, ya que, aunque ha sido extremadamente alabada por la crítica profesional desde su estreno, pertenece a un estilo de cine que ha proliferado durante los últimos años en España, centrado en abordar lo cotidiano de manera sobria y pausada, con el que no termino de conectar por completo. Dicho eso, la película me ha sorprendido positivamente, pareciéndome una muy buena producción, pero sin llegar a los niveles de obra maestra en los que se la ha catalogado en más de una ocasión.

“Alcarrás” acierta al tratar el tema de la agricultura de la manera de la que lo hace, plasmando con éxito el estilo de vida de una familia dedicada a la agricultura en un entorno rural. La cinta de Carla Simón nos transporta a ese ambiente, y consigue que sigamos con moderado interés las situaciones que viven los componentes de la familia protagonista. Uno de los aspectos que más me ha gustado es la manera de la que se representa cómo las dificultades que atraviesa la familia van provocando que la relación entre muchos de ellos se deteriore a nivel personal, haciendo que empaticemos bastante con algunos personajes. Aparte, destaca la ambientación, y también algunas de las actuaciones dentro de un elenco no profesional que realiza una labor muy correcta.

El problema de la cinta que nos ocupa es que, a pesar de estar bien rodada, no sorprende en ningún aspecto en particular y, aunque todo está bien en conjunto, no hay nada especialmente destacado que vayamos a recordar con entusiasmo unos meses más tarde. Por supuesto, aquellos usuarios que sientan una conexión personal específica con el tipo de vida rural que se nos muestra sí que sentirán un mayor calado emocional por lo que se nos cuenta. Pero los demás probablemente no, algo a lo que no ayuda un ritmo especialmente pausado, que se resiente en algunos tramos esporádicos en los que se nos muestran las actividades cotidianas de la familia sin que esté ocurriendo nada en particular.

En resumen. “Alcarrás” me parece una muy buena película, quizás, incluso una de las más destacadas en el panorama cinematográfico español en el 2022. Sin embargo, a pesar de lo que han comentado muchos medios especializados, no me parece una producción revolucionaria en lo que cuenta ni en cómo lo cuenta. Además, debido a su ritmo y, sobre todo, a su desarrollo de carácter cotidiano y no especialmente emocionante, es fácil que quede en un segundo plano con respecto a otras propuestas que nos cuenten algo más original o emocionante.