Excelente versión cinematográfica de una estupenda novela de mil páginas. La película trae historias cruzadas muy atractivas, escabrosas sin temor al melodrama descarnado, pero siempre con una elegante distancia, bien amparada en la sensacional interpretación de los protagonistas: adolescente que se convierte en adulto.
De gran armonía plástica,
El Jilguero circula en casi dos horas y media con una fluidez admirable, siguiendo los pasos de la difícil existencia de un muchacho tras la muerte de la madre en un atentado en un museo.
Obra maestra por cuanto calla, además de los muchos aciertos en aquello que expresa claramente. En medio y punto de partida: un pájaro pintado en el siglo XVII. Un jilguero encadenado...