Esta segunda parte presenta un cambio de estilo bastante fuerte, y su trama está destinada a lo casualidad en cuanto a escapes de tensión y desde luego, no tiene ninguna inteligencia.

Lo que quiero decir es que esta secuela es muy inferior a la primera, que es un vehículo eficaz para la acción fantasma, y que tan sólo a ratos logra convencer (Aunque cuando esos ratos hacen actos de presencia, la trama te convence de verdad)

Aquí no importan la calidad de las interpretaciones ni la inteligencia de la trama, sólo la calidad de la acción y si cada secuencia de acción supera a la anterior.

Por lo que aquí lo único destacable es una banda sonora, eso sí, muy potente y que logra ponerte al límite por momentos y una acción la verdad muy cuidada y disfrutable.

Por lo demás un entretenimiento pasable y que reniega de la intriga que caracteriza al título mismo de la franquicia a la que pertenece; pero aún así se puede ver.