Algo tan simple como eso pararse a ver las estrellas, lo que siempre había hecho
el viejo Alvin junto a su hermano ,solo eso, pararse a contemplar, divagar, el hecho de
que la imensidad hace nuestros problemas mucho mas pequeños. No hace
falta irse muy lejos para ver como las familias se desintegran por orgullos, poder o dinero.
En cambio el viejo Alvin con todas las limitaciones de su edad emprende el viaje descabellado dejando atrás el orgullo del que tanto nos cuesta desprendernos.
En cambio nuestro protagonista decide que no, que ya no merece la pena seguir con eso, que es su propio hermano y que despues de una vida bastante dificil (se trata de un ex-convicto de la segunda guerra mundial, que tiene una hija deficiente mental a la cual arrebataron sus hijos) decide dejarlo todo cuando se entera de que su hermano había tenido un infarto.
Inmejorable banda sonora en combinación con los paisajes hecen una mezcla muy sólida. Además del toque que le da esa América profunda de pueblos de interior y la actitud de su sus gentes. Sin olvidar el hecho de que Alvin viaja en una segadora hace que todo se saboree poco a poco.En mi opinión se trata de una metáfora de la propia vida, la felicidad se encuentra en la antesala de la felicidad, en el camino, no solo en la meta si no en disfrutar del trayecto. Ademas del noble obetivo de Alvin contemplar as estrellas con su hermano me parece maravilloso. Grandísima interpretación de Richard Farnsworth, asombra ver actores a su edad comerse la pantalla de esa forma. Película sencilla pero complejísima a la vez. Áltamente recomendable. Por cierto, queda demostrado que Linch algo sabe de cine al uso y no solo de ese surrealismo tan suyo. Me alegro.