Desde que Pixar es subsidiaria de Disney, he visto como las producciones de la primera fueron aumentando en calidad, emotividad y una exquisita hora y media que se repite en ser vista una y otra vez después. No pasa lo mismo con Disney, que va remontando recién ahora ( y a duras penas) en lo que supo dominar, la animación. Hasta incluso se repite. Y eso está ocupando mucho el plano cinematográfico actual. Cuando fui al cine, me encontré con muchas remakes, secuelas o re-estrenos en 3D. Algo que parece, será el común denominador de nuestras horas cinéfilas y de pochoclo.

Por esto mismo, es que ésta película no pudo llegar en mejor momento. Ya con saber que era una producción original de Pixar, sentí una bocanada de aire fresco e ideas que entraban en la sala. Y no sólo hace al deleite de los más chicos, si no también para la generación del 90, la que creció con ellos, la que a partir de cierta edad ya empezaba a lagrimear con Wall-E, Up y Toy Story 3, por la nostalgia que emanaba la proyección.

Y así, ésta película juega con las emociones dentro y fuera de la animación. Porque en lo que son las aventuras de las emociones personificadas en la cabeza de una niña de 12 años, a nosotros, los 90´s, en nuestra cabeza se plantea una danza entre las 2 principales, Alegría y Tristeza, conjugadas en una sola: Nostalgia

En esa simple o dual emoción se encuentra la clave de por qué ésta película es un 75 % mas para el público noventoso en adelante ( en realidad, hacia atrás, más lejos en el tiempo). Sentir o no añoranza por el niño que fuimos es el primordial objetivo que maneja este film. Me deslindo del objetivo que parece planteado a todas luces de "pensar qué pasa en la cabeza del otro" totalmente. Con las disculpas de la platea infantil, que sin dudas amará a estos personajes y los buscará en la cajita feliz, no han experimentado tal vez el cambio que se plantea o el nudo en la garganta enmarañado de la nostalgia.

Hablando ya en sí de la película, es verdad que la emotividad no termina de llenar, le falta intensidad en los momentos mas oportunos de tenerla, pero está bien repartida en diversos momentos, lo que es más que positivo. La desconcentración de la carga emocional en varios puntos más que en el desenlace, hace a uno tener una carta de emociones justamente.

Inside out es una animación con la que se tiene la libertad de dejar a hijos, sobrinos, ahijados en casa e invitar a tu pareja, amigos, etc. a sentir un collage emocional.