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España España · Oviedo
Voto de Sícoles:
10
Drama Derek (Edward Norton), un joven "skin head" californiano de ideología neonazi, es encarcelado por asesinar a un negro que pretendía robarle su furgoneta. Cuando sale de prisión y regresa a su barrio dispuesto a alejarse del mundo de la violencia, se encuentra con que su hermano pequeño (Edward Furlong), para quien Derek es el modelo a seguir, sigue el mismo camino que a él lo condujo a la cárcel.
30 de noviembre de 2019
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adoro las películas con narrador; desde el momento en que escucho la voz de este, me sumerjo en la ficción de una manera especial, sintiéndome inevitablemente cómplice de la historia. En los mejores casos, la narración me embelesa de tal manera que termino la cinta sorprendido de que los minutos hayan transcurrido tan rápido. La de Danny Vinyard entra dentro de estas, y siempre que pienso en American History X, me viene a la cabeza su voz sincera y pausada que acompaña al filme.

Aunque tiene momentos de una belleza inconmensurable a nivel visual, American History X es una película cuya grandeza reside en su filosofía, sobre todo en el mensaje pacífico que quiere transmitir. Desgarradora como pocas, trata sobre el odio entre razas y entre seres humanos en general, pero también sobre la importancia que tienen la educación y las influencias en los más jóvenes. El comportamiento pasado de Derek germina del pensamiento racista de su padre, y el de Danny, a su vez, es un intento de reproducir el de Derek.

Personajes tan reales como estos existen gracias a sus versátiles interpretaciones, especialmente la de Edward Norton. A partir de la primera escena en color en la que aparece, me encontré completamente comprometido con su personaje. La bondad y calidez con las que lo dota te hacen entender su evolución y sentir una profunda empatía hacia él. Ejemplo de su excelente actuación es la comida con el profesor Murray: se muestra irascible y violento durante una enconada discusión, pero es capaz de sosegarse tan solo unos segundos después, progresivamente y de modo verosímil.

Su hermana Davina puede pasar desapercibida en la película, pero es otra personalidad interesante. Durante la cinta observamos su enfrentamiento continuo con Seth, la discrepancia con Derek en la comida y el posterior intento de herirle ante la frustración, o el intento desesperado de enderezar a Danny cuando profiere una retahíla de propaganda neonazi. Desde mi punto de vista, es una persona inteligente y valiente que no tiene miedo de luchar contra la opresión de las ideologías más tóxicas, y, aun así, ve cómo sus esfuerzos naufragan. Davina, sea cual sea su afinidad política, plasma el fracaso del sentido común y el diálogo ante la demagogia y el autoritarismo.

No cabe duda de que es una película con ideas muy potentes. La vi por primera vez hará unos seis años y siempre recordaré el impacto que me causó; se convirtió en una de mis favoritas, y por ello decidí verla de nuevo hace unos días. Lo cierto es que me conmovió incluso más y capté algunos detalles dignos de análisis que me animaron a escribir esta crítica. Quedarán grabados en mi retina algunos momentos clásicos, como el partido de baloncesto o el plano de Edward Norton volviéndose a cámara lenta, mientras una sonrisa de satisfacción se dibuja en su rostro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sícoles
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