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Voto de El Despotricador Cinéfilo:
7
Comedia Mientras un mediocre actor polaco trata de entretener a las tropas de su país parodiando a Hitler, Polonia es invadida por los nazis (1939). La mala costumbre de su mujer de distraer a los soldados mientras él actúa, lo saca de quicio. Cuando se entera de la caída de su país, el actor elabora un disparatado plan de huida. (FILMAFFINITY)
23 de abril de 2010
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curiosamente, hace unos días vi la (excelente pero muy olvidada) película "La sombra de Frankenstein" (Rowland V. Lee, 1939) y me ha hecho confirmar, por enésima vez, lo sublime que es "El jovencito Frankenstein" (Mel Brooks, 1974) y cómo Brooks supo extraer, muy sabiamente, lo mejor de las películas del famoso monstruo.

Yo siempre había pensado que todo el material cómico había sido obtenido de las dos famosas películas de James Whale, pero qué gran sorpresa la mía al comprobar que esta nueva secuela tiene algunos de los mejores momentos de toda la saga, luego tan magistralmente parodiados por el amigo Mel Brooks.

Esto me hizo volver a pensar en por qué la filmografía de este autor está plagada en su totalidad de bazofias y cómo El jovencito… era la única muestra de un inmenso talento que empezó y acabó en una sola película. Pero de repente recordé cómo en mi niñez una de las veces que más disfruté en el cine fue viendo "Soy o no soy" (el peculiarísimo remake que en los años 80 Brooks hizo del clásico "Ser o no ser" de Lubitsch).

Por ello, con más miedo que ilusión, me enfrenté nuevamente a esta película que tan buenos recuerdos me traía, dispuesto a perder la emoción infantil que aún conservaba. Pero cómo me alegra comprobar que no hubo decepción alguna; es más, me reí y me encantó porque conservaba todo el encanto que tuvo en su día. Por supuesto que desmerece si es comparada con la sublime Obra Maestra de Lubitsch, pero, si se consigue visionar con ojos puros e inocentes, estamos ante una magnífica comedia con un Mel Brooks muy contenido y comedido en sus habituales excesos.

"Soy o no soy" es, por supuesto, una simplona y banal comedia para disfrutar y olvidarla enseguida; pero nadie podrá negar que tiene algunos aciertos que te hacen pasar un rato más que agradable y divertido. Y, sinceramente, es todo un alivio, pues son tantas las películas que adorábamos de niños que luego pierden la magia con el paso de los años que, cuando ocurre el proceso inverso, nos sentimos doblemente reconfortados.

El Despotricador Cinéfilo
El Despotricador Cinéfilo
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