Como ha quedado en evidencia a través de diferentes hitos de su carrera, Channing Tatum es un muy buen bailarín y "Magic Mike" (2012) está hecha a su medida por Steven Soderbergh, amigo de los neones y super estrellas en escena, con quien se embarca para entregar una suerte de "Cóctel" (1988) tipo B del nuevo milenio.

Y es que factores como la vida nocturna, la admiración en un escenario pero en un tono bastante más explícito son factores comunes que se reiteran, así como el nexo mentor - discípulo, excesos y demases, pero el círculo rosa no termina de salir de la insinuación cuando quiere adentrarse en los claroscuros.

Como suele ocurrir con Soderbergh y a propósito de la temática propicia, la musicalización es uno de los fuertes así como el aporte coreográfico, dos hitos del arte complementario de escena que no van de la mano del guión, pese a buenos elementos aportados entre otros por Matthew McConaughey.

Pese a que el celofán o papel cuché de esta película alimenta los prejuicios, es rescatable cómo a partir del cliché al menos se intenta -con dispar resultado- construir una historia. Pero el uso de los filtros para acentuar los ambientes no basta, la fábula es tan ligera como ingenua y aunque es una novedad no alcanza para ensalzarla mayormente. Su corazón es netamente taquillero o palomitero.

Recomendación:
Regular. Tiene premisas básicas que no logran disimularse tras los flashes.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com