Me ha parecido una gran película. La caracterización de Hitler interpretado por un fenomenal Bruno Ganz, asombra. Observamos como el Fuhrer pierde los nervios de principio a fin, excepción de los primeros minutos donde se ve a un personaje más humanizado. Éste es un planteamiento un tanto atípico para una película que condena la maldad humana, y que ablanda el corazón de cualquier cinéfilo, y persona de modo más general, al hacerle meditar y reflexionar provocando que por inercia admitamos que ha existido (y existe) mucha crueldad en este mundo.
La película da una perspectiva diferente y nos detalla como fue la caída de Hitler, como llegaron las tropas rusas a desmontar el aparato nazi y nos da una clara lección de efectos especiales, e imágenes sobrecogedoras.
Aún siendo larga, el tiempo pasa volando, no dejando de admitir que -haciendo excepción del epílogo final en el que se nos relata donde fue a parar la vida de los combatientes en el bando alemán- sobran algunos minutos de metraje.
Sin duda la película se asienta, en una relativa objetividad de los datos, sino una tendencia a moderar en cierto modo el malvado comportamiento que tuvieron los alemanes, al hacer hincapié en lo que fue la entrada de los rusos en Berlín.
Para mi, es una película muy ilustrativa, al poderse conocer algunos de los personajes que participaron en una de las mayores barbaríes de la historia de la humanidad.
En términos estrictamente cinematográficos: una muy buena película que apasiona por sus inmejorables actuaciones, algo pesada en su cómputo, con una magnífica representación de los hechos, que da un enfoque relativamente original a lo que fue uno de los acontecimientos fundamentales del siglo XX.