No os llaméis a engaño, la califican de terror. En todo caso suspense, un intento de 'spanish giallo' que ni como eso funciona -no encontraréis sangre ni imágenes de crímenes impactantes- con asesino enmascarado, con gabardina y enguantado, aunque a veces usa arma de fuego, detalle diferente del giallo. Pues bien, mezcla como decía el giallo con el 'krimi' alemán y un supuesto trasfondo histórico, argumento que le queda realmente grande y llevado de forma ridícula. Para eso, hubiera preferido un film típico de fantaterror con el encanto que a ésta le falta.

Ni el carismático Paul Naschy consigue levantar la película. Escenas de un suspense sin tensión, una música cansina y horrenda y una historia más bien aburrida. Es más, resulta predecible con ese final que esconde traumas infantiles -eso sí es típico del giallo-, cometiendo ahí la torpeza de utilizar la misma voz grabada del personaje en cuestión, aunque de todas maneras, lo imaginas desde un principio. Un despropósito.