Cuando uno no se espera demasiado a la hora de ver una película de la que sabe poco, a veces se lleva una sorpresa positiva. Será por las bajas expectativas que tenía, con este film de suspense y terror, que me ha gustado quizás más de lo que se merece.
Sin actores de primera fila ni gran presupuesto, “Eskalofrío” (¿por qué esa k?) consigue entretener con su dosificación del misterio y una buena ambientación en la España rural profunda.
La verdad es que no da mucho miedo salvo en una escena, pero tiene un argumento interesante en el que no me esperaba por dónde iban a ir los tiros. También ayudan la fotografía y la banda sonora de Fernando Velázquez a crear cierta atmósfera de tensión en ese bosque y en el pueblo.
En cuanto a los actores, no me dan ni frío ni calor. Están ahí, cumplen más o menos su función pero no destacan nada.
Aunque no llegue a hacer historia del cine fantástico patrio, se deja ver bien, y además es cortita. Obviamente está a años luz de ser un peliculón, pero sí que está mucho mejor de lo que me esperaba.