Crítica escrita terminando de ver la tercera temporada.
En "La conspiración del pánico (Eagle eye)" una inteligencia artificial conectada a todos los sistemas informáticos y cámaras y micrófonos era capaz de predecir acontecimientos y manejar a las personas como marionetas para conseguir sus fines.
Esta serie es un desarrollo de esa idea. Personas a las que hay que salvar o impedir que maten son marcadas por "la máquina". Los protagonistas tienen que investigar los motivos y tratar de impedirlo.
Hay una trama principal pero que se desarrolla de forma muy leve en los episodios normales, de manera que normalmente solo tiene importancia en los principios y finales de temporada. Es decir, se trata de una de esas en las que si te pierdes un episodio tampoco pasa nada. Creo que se le llama "procedimental".
Sin embargo, aunque normalmente no me gustan esas series, en "Person of interest" se curran los argumentos lo suficiente como para que no se parezcan mucho entre sí. Las personas señaladas por la máquina son cada una de su padre y de su madre, y las amenazas muy distintas. De esta forma no hay monotonía y nunca llega a aburrir. De hecho algunos capítulos cuentan con ideas tan interesantes que perfectamente podrían desarrollarse un poquito más y dar lugar a una buena película larga, sobre todo en la tercera temporada, donde se nota un buen esfuerzo de los guionistas por no caer en el estancamiento.
Y es que se diferencia del gran mogollón de series de investigación de crímenes, en que aquí deben resolver la situación antes de que se produzca y sin saber bien lo que va a pasar.
Los protagonistas, Jim Caviezel y Michael Emerson, parecen extensiones de la máquina. Son extremadamente serios e impasibles. Siempre se muestran igual y bastante carentes de emociones, no importa que estén a punto de morir, que ellos siguen impasibles. Por muy fría que tengan la mente, me parece algo un poco exagerado. Eso no quita que su actuación pegue bien con la personalidad de los personajes.
No es una de las mejores series de los últimos años, ni creo tampoco que pase a la historia de la televisión. Pero sí que está por encima de la media de la mediocridad y que merece la pena verla completa, al menos hasta la tercera temporada que es lo que se ha emitido hasta hoy.
En cuanto a la nota, le pondría un 6,5 más que un 7, pero no se puede.