No me importa que el director se quiera tirar la vacilada de filmarla en blanco y negro y formato de pantalla cuadrado. Sus razones habrá tenido para hacerla a la antigua.
Tampoco me molesta demasiado que solo haya dos personajes en un entorno aislado. De premisas similares en plan teatral hay más de una joyita por ahí, de las que saben sacar algo bueno con tan pocos recursos.
Ciertamente, debo decir que los dos hacen un papel más que digno, enfrentando la veteranía consagrada de uno con el esfuerzo de desencasillarse y destacar del otro.
Pero lo que sí me echa muchísimo para atrás es que me aburran. Ver a estos dos tipos trabajando, emborrachándose o de cháchara es tan divertido como ir al dentista. Ver una sucesión de escenas donde no pasa casi nada trascendente más allá de discusiones, gaviotas y sirenas, no es precisamente mi idea de pasar un rato entretenido viendo cine.
El ruido que hacen pasar por banda sonora y las secuencias de silencio tampoco ayudan demasiado a que me interese lo más mínimo este producto descaradamente independiente.
Reconozco que puedo entender que haya gente a la que le guste esta historia intimista contada de manera tan particular, pero yo no logro conectar ni con la forma ni con el fondo.
En mi opinión, es de las que te tientan mucho a mirar el móvil mientras la ves, lo cual no importaría mucho porque es tan lenta que no puedes perder el poquísimo hilo argumental que tiene.
Por si todo eso no fuera suficiente, tiene también una fuerte carga de surrealismo y onirismo (no confundir con onanismo, que también hay) absurdos, dignos de un fuerte colocón del dichoso David Lynch, en una suerte de descenso a la locura que casi me hace dejar la película a medio ver.
Al final me da igual lo que cuenta y cómo lo cuenta. Lo único que quería era que terminara de una maldita vez esta tortura psicológica.
Y yo que pensaba que no podría haber una película más aburrida de faros que aquella de Gerard Butler (“El misterio del faro”). Pues sí, la hay. Esta lo es, y “El faro de las orcas” también, pero no son tan comparables.