Crítica escrita tras ver la primera temporada completa.
De la misma forma que Mel Gibson con su “Braveheart” abrió la veda del cine histórico espectacular, en televisión hubo series como “Roma” o “Spartacus” que hicieron lo mismo a base de sexo y violencia.
“Marco Polo” se puede catalogar como una de estas producciones televisivas de gran presupuesto y diseño de producción, que no escatima en escenas de sangre y sexo cuando es necesario (y hasta cuando no lo es).
Lo primero que me llama la atención es que Marco Polo no es el protagonista ni mucho menos. De forma similar a lo que sucedía en “Shogun” o “El último samurai”, el hecho de que haya un occidental es una excusa argumental, cuando realmente el peso de los personajes recae en los chinos y mongoles, en este caso.
Estamos en el reinado de Kublai Khan, emperador mongol en guerra con China, y en medio llega la familia del veneciano Marco Polo con ganas de establecer rutas comerciales para transportar seda y otros productos a Europa. El joven Marco se queda por obligación en la corte del emperador, sin saber muy bien si es un rehén, un prisionero o un invitado.
Tenemos todos los elementos típicos de esta clase de producciones: Espectaculares vestuarios y decorados, personajes fuertes con intensas relaciones entre ellos, buena banda sonora y fotografía, etc.
Pero después de 10 episodios, tan solamente hemos podido disfrutar de una única batalla en condiciones, que llega en el último tramo del último capítulo, y realmente dura bastante poco. Me gustaría que hubiera tenido más épica, pues no parece que su problema sea la falta de presupuesto.
Creo que están un poco fuera de lugar algunas escenas de artes marciales un poco exageradas. De todas formas me gusta este tipo de secuencias, aunque queda también raro ver a Marco Polo entrenando con el típico maestro oriental las técnicas de kung fu. Las peleas que se ven (que hay que reconocer que son muy pocas), están bastante bien coreografiadas y me han recordado un poco a “Kill Bill”.
En su contra, tiene un desarrollo ciertamente lento en algunos tramos. Hay capítulos en los que no pasa gran cosa, y su duración de casi una hora se me antoja un poco excesiva. La verdad es que la serie impacta en su comienzo pero luego se va volviendo un poco pesada según vamos avanzando, lo cual no llega a hacerla mala de ninguna de las maneras, pero sí un poco decepcionante respecto a la primera impresión.
Desde luego su nivel de calidad es más que suficiente para que merezca la pena continuar viéndola. Hay muchas series a nuestra disposición y el tiempo es finito, con lo cual es obligatorio seleccionar las que uno puede ver. Pero con “Marco Polo” tengo bastante claro que la veré hasta que finalice. Pero también se podría decir en un sentido contrario, que podría haber estado bastante mejor, visto lo visto en el género histórico.
De todas formas, aunque solo sea por su puesta en escena, no puedo darle menos de un 6.