De la conocida saga de videojuegos de Capcom, llega esta adaptación en la que lo más interesante es el personaje protagonista. En este “anime”, se ha adaptado relativamente bien el carisma y la chulería habitual de Dante. Cada vez que habla sube el pan y es un tanto gracioso con algunas de sus frases. Adicto a la pizza y siempre cargado de deudas, se dedica a matar a unos demonios de diseño muy “friki”, que me han llegado a recordar a ese clásico medio pornográfico de la animación japonesa que aquí se tituló “La leyenda del señor del mal”.
La serie es algo menos espectacular que los videojuegos en los combates, ya que está hecha con animación clásica 2D. Además, las secuencias de acción, aunque están muy bien conseguidas, suelen ser cortas porque Dante vence a estos monstruos con una facilidad excesiva. En las partes más tranquilas sigue siendo entretenida, aunque hay que reconocer que ahí la animación no carece de cierto estatismo (típico de los japoneses).
En cada capítulo aparece un demonio distinto (con aspectos completamente diferentes unos de otros). Estos enemigos viven infitrados como humanos para hacer de las suyas.
El argumento, por tanto, es tremendamente simple, pero en este caso da igual.
Tanto para los fans de los videojuegos como para los de la animación nipona, la serie es divertidísima y da lo que promete. Tiene muy buen ritmo para ser “anime”, porque los capítulos son muy cortos y dinámicos. Tenemos acción con Dante matando bichos a ritmo de música cañera. ¿Quién quiere un argumento profundo con esto?