¿Qué ha salido de la unión de uno de los mejores creadores vivos de ciencia ficción con un “friki” cineasta mejicano al que le encanta la acción pasada de vueltas, al adaptar uno de los mangas más famosos y clásicos de los 90? Pues un auténtico peliculón sorprendente.
De James Cameron siempre me espero lo mejor, y él me suele dar todavía más. Pero siendo solo guionista y productor, no esperaba que el resultado mostrara tanto su estilo y forma de contar, que tantas buenas experiencias nos ha dado desde que empezó con “Terminator”. Su mano está ahí, con un diseño de producción de escenarios, tecnología y personajes absolutamente brutal. Es de esas que tienen tantos detalles gráficos, que ni viéndola cien veces podríamos llegar a apreciar en su totalidad. Y por parte del guion, aunque quizás vuelva a pecar de falta de profundidad (cosa que no me importa lo más mínimo en la ciencia ficción), es totalmente satisfactorio a nivel de diversión.
En cuanto a Robert Rodríguez, también nos da lo mejor de sí mismo, con unas secuencias de acción memorables y muy espectaculares, que esta vez tienen una buena historia detrás para respaldarlas. Gracias a Cameron (supongo), el mejicano no se deja llevar por su humor negro “friki” y nos trae la que es directamente la mejor película que ha hecho hasta hoy.
El film también es posiblemente el primero que adapta en condiciones un “anime”, tras la relativamente decepcionante “Ghost in the Shell” y alguna más que hay por ahí. Esta vez se respeta a los aficionados. De hecho, aunque cambien algunas cosas, me da exactamente igual porque al mismo tiempo han desarrollado de manera muy acertada todo el universo de Alita.
Además, el aprendizaje de la protagonista del mundo en el que vive, sirve para que los espectadores también lo vayamos conociendo poco a poco con ella. Me ha parecido algo muy bien llevado. Y bien es verdad que este “cibermundo” con una ciudad flotante donde viven los ricos no es algo absolutamente original. Pero si todo está tan bien y consiguen imprimirle al film un aire de personalidad propia, tampoco importa mucho que esto suene a “Elysium” (posterior al manga de “Alita”, todo hay que decirlo) o incluso a la propia serie de Cameron “Dark angel” con Jessica Alba.
Por cierto, que no falta la típica reflexión sobre la humanidad, algo que siempre aparece en el cine de robots. De hecho, Alita es mucho más humana que otros “carne cruda” como los llaman aquí.
La fotografía, historia, acción, efectos especiales y personajes son tan fascinantes que sus dos horas se pasan en un suspiro.
Pero también tiene un estupendo reparto, con grandes nombres como Connelly y Ali, aunque el mejor de todos es Christoph Waltz, que al principio parece que aquí no pega ni con cola, pero que borda a este personaje del doctor reparador de “cyborgs”, y al final encaja bastante bien.
Rosa Salazar también está a la altura, y nos brinda a una protagonista absolutamente adorable, tanto como “medio persona” con sentimientos, como luchadora brutal. Desde ya, tenemos un nuevo icono para engrosar la ya larga lista de heroínas de acción del cine.
Todavía quedan muchos estrenos que ver en lo que nos queda de 2019, pero posiblemente “Alita” termine estando en mi top 5 del año, al menos en cuanto a diversión comercial se refiere.