Esta es de esas películas de acción pasadas de vueltas en las que las exageraciones son tan bestias que no tienen más remedio que ser en plan humorístico. Personalmente, odio este tipo de films, salvo que estén hechos con la suficiente gracia como para resultar divertidos (quizás podría nombrar como ejemplos a “El mariachi” o “Desperado”).
Esta película me ha recordado mucho a “Wanted”, uno de esos bodrios que me arrepentiré toda la vida haber visto, en el sentido de que todo vale, por muy inverosímil que sea.
Lo peor de todo es ver a dos pedazos de actores como Clive Owen y Monica Bellucci haciendo el idiota todo el rato. El colmo es la escena en la que practican sexo y pegan tiros a la vez. Una cosa tan esperpéntica, solo puede entenderse en el contexto de la comedia. Lo malo es cuando no tiene maldita la gracia. En estos casos lo único que consiguen es hacer el más espantoso de los ridículos.
Otra escena chabacana es cuando atacan al protagonista, y el tío chulo se dedica a disparar armas con unas cuerdas que tiene colgadas por todo el piso, quedando una coreografía que pretende emular a “Matrix” o “Equilibrium” y que en realidad lo único que parece es que está espantando moscas con sus movimientos de brazos. ¡Absolutamente patético!
Le pasa como a algunas películas de Robert Rodríguez, que el estilo y tono de comedia camuflada de seriedad, da un resultado lamentable, ridículo y estúpido, de manera que a uno se le queda cara de tonto, cuando esperaba ver una buena historia de acción.
Huid de este film como de la peste.