La primera película ya era mediocre, pero aun así pasable por los pelos y relativamente entretenida.
Pues nada, hay que aguantar a este revoltijo de figuras de museo que ha tenido que volver para tortura del espectador.
El argumento (¡dos guionistas para esto!) es flojísimo, y encima el cambio de museo, con muchos más personajes, está totalmente desaprovechado y no logra levantar esta piltrafa.
A pesar de que se nota que lo intenta, la película no es graciosa para nada, y lo que es aún peor, no es divertida. Escenas como la de Jonah Hill y la linterna, el ceceo (en la versión doblada) del malo, los Cupidos, el vaquero y el romano haciendo de "300" y muchas estupideces más, es lo único que encontramos aquí.
Se podría resumir en una sucesión de apariciones de personajes históricos ridiculizados, con chistes tan malos que dan más pena que risa.
Ni siquiera Alan Silvestri se esfuerza con la banda sonora. Básicamente repite el tema de la primera y luego hace otro que es un descaradísimo plagio de la música de "La búsqueda" (Nicolas Cage).
Fallos gordos:
- El general Custer se pega el trompazo en la cabeza y la siguiente vez aparece directamente encerrado con los otros, sin que sepamos cómo ha llegado allí.
- La arena del reloj de Jedediah se solidifica de vez en cuando. Hay veces que el reloj está inclinado y la arena que le cubre las piernas no se mueve ni un solo granito.
Me aburre y se me hace muy larga. Y aun así todavía se puede hacer peor: La tercera parte.
Lo único bueno: Amy Adams, en un personaje absolutamente adorable y simpático que da muy buen rollo.
Lo peor: Es horrible. La película me venía de regalo en un "pack" junto con un reproductor "blu-ray" que adquirí. He intentado deshacerme de ella en tiendas de segunda mano... ¡y no me la quisieron comprar! Con eso lo digo todo. ¡Lamentable!