Muchísimos años estuvimos esperando esta película. Desde que nos dábamos cuenta de que "La guerra de las galaxias" empezaba diciendo en los créditos "Episodio IV", hasta la infinidad de rumores sobre las nuevas películas. Al final llegó en 1999, 22 años después de "Una nueva esperanza".
Ahora toca ver la transformación de Anakin Skywalker en Darth Vader, y la juventud de Obi-Wan.
George Lucas elabora una trama fantástica y nos ofrece infinidad de novedades: Nuevos personajes, planetas, naves, cientos de extraterrestres... Un riquísimo universo en los últimos años de esplendor de la República Galáctica, con la orden de los caballeros Jedi en todo su apogeo.
Liam Neeson está genial en su papel de Qui-Gon, McGregor también como Obi-Wan Kenobi. Sin olvidar a la excelente Natalie Portman como reina de Naboo.
Los efectos especiales son brutales, con prácticamente todos los planos sobrecargados. Hasta tal punto que a veces no te da tiempo a ver todo lo que desfila por pantalla. La carrera de vainas en Tatooine, aparte de ser un excelente homenaje a Ben-Hur, puede entrar por derecho propio en una escena clásica de la historia de la ciencia-ficción. A destacar también las luchas con sable láser (ahora en la trilogía original parece que pelean a cámara lenta) y la batalla final.

En su contra, que estamos demasiado encariñados con la trilogía clásica y mucha gente no es capaz de quitarse las anteojeras. "La amenaza fantasma" desde luego sin lugar a dudas es la peor de toda la saga, pero es solo por compararla con las otras. Siendo objetivo y sin comparar, esta película es una auténtica obra maestra de la ciencia ficción.
En cuanto a Jar Jar Binks, es cargante, sí, pero en realidad no sale tanto como parece. Lucas lo imaginaría para enganchar a una nueva generación de niños, seguramente. Por suerte luego no aparece apenas en los episodios posteriores.