La película parte de una buena premisa y de varias contradicciones hilarantes y divertidas pero perfectamente comprensibles dentro del mundo de la mafia. Los personajes empiezan fuertes y poseen perfiles interesantes, pero al final solo De Niro y Pfeiffer junto a Tommy Lee Jones parecen rescatables puesto que los personajes de los hijos se idiotizan y se vuelven incoherentes consigo mismos. Las situaciones son divertidas y con varios guiños. Las relaciones, sin embargo, es uno de los puntos débiles. Si bien los polis encargados de su vigilancia y Maggie, o Maggie y la hija, o Maggie y Fred o Fred y el poli jefe tienen buenas relaciones, no es así la relación entre Fred y la hija, aún y poseyendo una escena en la película, o peor aún el hijo, que es quien más descolgado queda de toda la película y a quien más desaprovechan. Así pues, los lazos familiares, que en teoría es uno de los puntos fuertes que desea tratar, no son trabajados y hasta resultan forzados, así como algunas decisiones y reacciones principalmente de los hijos, que como dije antes, pasan de ser tremendamente listos a ser tremendamente imbéciles. No obstante, los últimos veinte minutos con la secuencia final me parece excelente, con un gran manejo del dramatismo y del suspense.

En definitiva, es una película divertida que no es solo de comedia ni tampoco de acción, sino que también incluye drama y como tal se le exige a su irreverencia también cierto grado de cohesión argumental, algo que, por desgracia, falla en demasiadas ocasiones debido a los agujeros argumentales que, si bien no son muchos, si son suficientes. Las actuaciones son geniales, y también ayuda a subirle la nota a la cinta que, en mi opinión, es divertida pero podría haber sido un peliculón