Bong Joon-ho regresa de coquetear con Hollywood y Netflix tras Okja y lo hace por todo lo alto. Este regreso se trata de una obra maestra que muy probablemente acabe por destronar a "Memories of Murder".
El directo vuelve a hacer una película muy política/social de la mejor forma posible como lo hace Ken Loach pero más sutil. No, no es sutil ver de pronto a una familia pobre y ver el contraste con una familia rica. Pero se enmascara muy bien con el guión, y es que esta película se presenta como una comedia y lo hace bastante bien además. Te mantiene atento, te hace seguir muy bien la trama, vemos como esta familia rica se presenta muy seriamente, imponen, realmente parecen importantes y cada vez nos reímos más de ellos. Y mientras todo se va desarrollando Bong Joon-ho cambia el tono de la película y hace que te preguntes "¿Qué está pasando aquí?" y "¿Cómo ha llegado la película a esto?" .
Probablemente, la mejor película del año.