Da pena ver cómo ha evolucionado la saga "Torrente". De una primera muy correcta y aprovechando la novedad del personaje, a una segunda más burda pero con gracia, la saga ha ido decayendo hasta desgastar por completo el personaje. Ahora mismo, más que ganas de ver más aventuras del policía de Santiago Segura, lo que hay es pereza.

Esta cuarta parte contiene tetas porque sí, a un acompañante sin carisma como Kiko Rivera y ver cómo introducen a Tony Leblanc, además de esperar los continuos cameos (muchos, sin gracia). No hay nada más. Para cualquier fan de "Torrente", será un insulto. Para los que no lo sean, una pérdida de tiempo. Habrá quinta parte, pero vista la decadencia, no habrá que esperar nada bueno.

Segura, antes molabas.