La secuela del remake de La noche de Halloween (que no es lo mismo que el remake de la secuela) es una hostia bien dada a todos aquellos que decían que Rob Zombie había intentado humanizar la historia de Michael Myers y dotarla de realismo.

El maldito bastardo Rob Zombie se hace una paja de casi dos horas en las que combina videoclips con un sinsentido onírico en el que las alucinaciones (deseos, paranoias, espejismos... cada uno que lo llame como quiera) cobran un poder absoluto en una película que tiene algo bueno: alguien pensó que si Myers no se afeitaba durante tanto tiempo tendría una barba larga. Con decir que eso es lo mejor, está todo dicho. Suelo extenderme bastante en mis críticas, pero aquí haré una excepción ya que para decir que la película es una mierda absoluta no necesito demasiado. Varios videoclips, gritos, sangre y un estilo heavy que representa lo enamorado que está Rob Zombie de sí mismo componen la película. Nada más.

Scout Taylor-Compton repite como protagonista (aunque en realidad la película anterior se basaba más en Michael Myers) y repite cagada. La chica no domina ninguna expresión facial y su tono de voz es esperpéntico. Danielle Harris, por contra, no llega al nivel que demostró tener cuando apareció en la saga original de Halloween (yo estar mierdas de Rob Zombie las excluyo), pero mejora muchísimo tomando como referencia su última aparición, ayudada por un papel que tiene que hacer algo más que gritar. Malcolm McDowell está a un gran nivel representando una visión del Dr. Loomis que ahora sí se acerca más a una parte del personaje original que todos vemos evidenciada en la saga real. Drad Dourif tiene también más protagonismo y eso el espectador lo agradece.

Resumiendo, que es gerundio: Halloween 2 mejora la anterior entrega pero sigue siendo una mierda. Rob Zombie es un incompetente y una persona muy irrespetuosa con los fans del género (por muy superfan que él dice que es). Además, el tema de darle a un hombre tan, tan heavy (ojo, no digo que sea malo, solo lo recalco) la oportunidad de hacer el remake de un superclásico así es como decirle a Michael Bay que haga el remake de Casablanca. U ofrecer a Michael Bay un remake de Luces de la ciudad. O a Fran Perea ponerlo al mando de una nueva versión de Ciudadano Kane. En fin, ya me entendéis...