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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
5
Comedia Secuela de "Fuga de cerebros". A los protagonistas, la Universidad de Oxford se les ha quedado pequeña y, ahora, se proponen como meta la Universidad de Harvard. "Fuga de cerebros" fue una de las películas más taquilleras en España en el 2009, con casi 7 millones de euros de recaudación y 1.200.000 espectadores, después de ganar el premio del público en el Festival de Málaga de 2009. (FILMAFFINITY)
16 de abril de 2012
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando vi que iba a haber secuela de Fuga de cerebros lo primero que pensé fue que sería otra mierda como un piano, haciendo mal los plagios de las americanadas (ya hay que tener huevos para eso) y aprovechando, de paso, el tirón para hacer caja. Me equivoqué... a medias.

Carlos Therón debuta en el largometraje y lo hace apuntando maneras para el humor. Si bien es cierto que su capacidad narrativa deja mucho que desear, se le tiene que dar un mérito enorme por su capacidad para desatar la carcajada en el espectador. En Fuga de cerebros 2 podemos ver la versión española de los gags de American Pie o Resacón en las Vegas, adaptados de forma fabulosa al cine patrio del mismo modo en el que Santiago Segura supo convertir a Frank Drebin en Torrente. Este tipo de películas no son humor inteligente, así que pretender que lo sean es absurdo. Therón juega a las mil maravillas con el guion de Curro Velázquez y Álex Pina (que clonan el de la primera película pero mejoran de forma espectacular las situaciones) y consigue que, después de una primera media hora un tanto sosa, las paridas se encadenen cada una con la siguiente consiguiendo momentos memorables (el del restaurante, el del perro o el de la llama son buenos ejemplos). Los diálogos son muy españoles, tienen mucho ritmo y pillan desprevenido al espectador en más de una ocasión, provocando repentinos ataques de risa que duran, casi, hasta el siguiente gag.

Adrián Lastra sustituye a Mario Casas. No podía haber una noticia mejor, desde luego. Lastra es un muy buen actor que ha sido metido en el saco de Mario Casas o Martín (Martiño, realmente) Rivas, dos "actores" que desvirtúan la profesión. Lastra está espléndido en todo momento, creando carcajadas por sí mismo en ocasiones. Alberto Amarilla sigue al fabuloso nivel que mostró en la película anterior. Gorka Lasaosa y Pablo Penedo parecen no haber salido nunca de la primera película y hacen que los personajes sean totalmente suyos, algo que ayuda a hacer creíble a la curiosa pandilla de amigos. Mención especial también para un Canco Rodríguez que cuenta con subtrama propia y que, pese a recordar en todo momento a "El Barajas", hace sonreír al público continuamente. El tema femenino no mola tanto (a nivel interpretativo). Las nulas aptitudes interpretativas de una actriz como Amaia Salamanca las suplen ahora dos actrices con las mismas características artísticas que la primera. Patricia Montero es guapa a rabiar, a más no poder, pero es mecánica hasta niveles imposibles. Paula Prendes debuta en la gran pantalla para hacer lo mismo que hacía en Sé lo que hicisteis: el ridículo. La chica canta (fatal), ríe (forzada) y se pone en evidencia continuamente hasta que empieza a quitarse algo de ropa y a mostrar los dos motivos que la llevaron a participar en la película (obvios), lo que quieras que no, da gustirrinín.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Grijander
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