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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
8
Terror Las radiaciones procedentes de un satélite provocan un fenómeno terrorífico: los muertos salen de sus tumbas y atacan a los hombres para alimentarse. La acción comienza en un cementerio de Pennsylvania, donde Barbara, después de ser atacada por un muerto viviente, huye hacia una granja. Allí también se ha refugiado Ben. Ambos construirán barricadas para defenderse de una multitud de despiadados zombies que sólo pueden ser vencidos con ... [+]
9 de marzo de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La noche de los muertos vivientes es la mayor referencia del cine zombi en su historia. Una película que rompió los clichés de un género cuando éstos todavía estaban por inventar.

George A. Romero, el maestro del cine zombi, escribe junto a John Russo el guion (inspirado en la famosa novela Soy leyenda, de Richard Matheson) y dirige La noche de los muertos vivientes. Su labor, a todos los niveles, es sensacional. Romero nos ofrece un primer tercio de película absolutamente magistral, con un ritmo trepidante que comienza a partir del primer minuto de metraje. Pasados los primeros 30 minutos, nos encontramos con un realismo atroz, un enfoque tremendamente verídico de una situación surrealista que se convierte, gracias a los diálogos, en una estremecedora realidad. Los personajes no están desarrollados hasta el límite, pero sí lo suficiente como para tener su personalidad, algo que se ha perdido en muchas de las películas de zombis de la actualidad. Cada personaje reacciona como debería dada la rocambolesca situación que viven y su miedo es palpable. Habría que destacar la reacción de la protagonista, pues lejos de ir por ahí matando bichos empujada por la adrenalina, es presa de la tristeza por la muerte de un ser querido, un detalle que en este género siempre se pasa por alto y podemos ver cómo los personajes, aunque sus parejas, padres o amigos mueran, siguen tan tranquilos después de derramar unas pocas lágrimas o algún grito absurdo. En el apartado técnico, Romero alimenta sus intenciones de dar poder a la narración con unos cambios de plano fabulosos en los que siempre queda destacada la acción. Eso, unido a una fotografía perfecta y a un sonido magistral y bien utilizado, nos da como resultado un clima aterrador, lleno de confusión y miedo atroz a lo desconocido. La película, que contaba con un presupuesto inferior a 120.000 dólares, se rodó gracias a la colaboración de todo el equipo para hacer de figurantes.

El reparto, por cuestiones económicas, está compuesto por nombres con poco caché. Judith O'Dea está mejor mientras está callada. Cuando empieza a hablar y a gesticular, su histrionismo destruye todo lo que encuentra a su paso. Duane Jones, uno de los poco experimentados, hace un trabajo notable, cargando sobre sus hombros gran parte del peso que recae en los personajes. Karl Hardman y Marilyn Eastman fueron dos de las personas que ayudaron economicamente en la película y ambos están correctos, destacando Hardman tanto por su protagonismo como por su trabajo que, lejos de ser bueno, es de los mejores de la película.

Resumiendo, que es gerundio: La noche de los muertos vivientes es la película de zombis por excelencia. Innovadora, realista, aterradora, llena de vida, cargada de lógica y casi perfecta a nivel técnico. Fue la primera película que sacó a los zombis de los rituales de vudú para meterlos en un paisaje abierto, a pesar de que en ningún momento se utiliza el término zombi. Por si fuera poco, la crítica social de la película, tanto la que buscaba Romero como la que se formó poco después gracias al fenómeno que causó la película, así como su excepcional final, son dos aciertos enormes. Una auténtica maravilla de película.
Grijander
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