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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
4
Acción El fugitivo Dom Toretto (Vin Diesel) y el detective Brian O’Conner (Paul Walker) vuelven a encontrarse en Los Ángeles, pero sus relaciones no mejoran. Sin embargo, obligados a enfrentarse a un enemigo común, no les queda más remedio que unir sus fuerzas si quieren vencerlo. Después del atraco a un convoy, los dos protagonistas averiguan que si quieren vengarse, deberán llegar al límite de sus posibilidades al volante. (FILMAFFINITY)
29 de agosto de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cuarta entrega de A todo gas es, en realidad, la primera secuela "real". Aunque en orden cronológico es la tercera (Tokyo Race es la última), es la que enlaza directamente con la primera película. Eso se agradece, pero no es suficiente.

Justin Lin repite y vuelve a equivocarse. Está bien que la saga se reinvente y se acerque (o lo intente) al cine más allá de las carreras de coches, pero para hacer eso primero tienes que tener algo en mente. Eso sucede en la quinta película, pero en esta cuarta, el guión parece intentar reproducir, con algún que otro plus, lo sucedido en la segunda entrega. La diferencia es que aquí vuelve a estar Vin Diesel. Justin Lin centra el desarrollo en el musculoso actor (normal, ya que el calvo es, además, producto de la cinta) y reproduce, como digo, lo sucedido en la primera parte, con la salvedad de que aquí los personajes comienzan a sufrir "cambios" importantes. A todo gas 4 parece una película enlace, solo producida para hacer pasta y para preparar el terreno para una quinta entrega que sí es bastante buena. A pesar de que todo puede parecer malo si se leen mis palabras, digo lo mismo que con cualquier película (al menos de momento) de A todo gas: se deja ver.

Paul Walker da un salto de calidad y consigue, por fin, hacer que su personaje se sostenga. El rubio hace el mejor trabajo hasta el momento en la saga, muy cerca del que realiza en la quinta película. Vin Diesel, como digo siempre, hace de Vin Diesel, algo que logicamente se le da de maravilla. Aquí su personaje sube escalones y se convierte en alguien con motivaciones personales más allá del dinero y eso hace que Diesel pueda dar rienda suelta a la acción, algo que se le da de lujo. Correcta también Jordana Brewster que da una candidez a su personaje que hace que queramos tenerla cerca en cualquier momento difícil.

Resumiendo, que es gerundio: película puente entre la primera A todo gas y la quinta. Pensada, como admitió Vin Diesel, para que la gente olvidara que la saga era solo de coches, A todo gas 4 es una película necesaria para el desarrollo de los personajes y sus lazos, pero totalmente prescindible. Aunque es entretenida.
Grijander
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