Media votos
6,7
Votos
689
Críticas
23
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de desenfocado:
7
23 de septiembre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un esperpento y un absurdo que se traduce en un film tierno y encantador en el que dos niños "difíciles" nos arrastran hacia un universo infantil cargado de simbolismos. Sam, un niño huérfano, desamparado y sin una familia que lo quiera, y Suzie, una niña de clase acomodada que se siente incomprendida, entablan una relación de amistad, que ellos llaman amor, y traman una huida juntos que deja a la pequeña isla en estado de desasosiego general. En esta situación comienzan a aflorar relaciones personales y antiguas rencillas que son interesantes pero que no tienen un impacto especial en el film. De entre este cortejo de adultos tenemos que destacar la gran interpretación de Frances McDormand, muy por encima de Willis, Murray o un flojísimo Norton.
La cámara de Wes Anderson se mueve de una manera muy especial, transformando lo ordinario en artístico, como pocos saben hacerlo. Ésto es sin duda alguna el punto fuerte de la película, que por otro lado parece floja en cuanto a guión y argumento. Y digo parece porque si profundizamos hay mucho más detrás. Cito por ejemplo un diálogo brillante:
Suzie: Siempre he querido ser huérfana. La mayoría de mis personajes favoritos lo son. Creo que vuestras vidas son más especiales.
Sam: Te quiero pero no sabes lo que dices.
Y finalmente: algo brillante. Para mí sin duda lo más impactante de la película. El desbordante talento interpretativo de Kara Hayward. Cuando ese rostro infantil te observa impertérrito, bajo un primerísimo plano, y se queda fija e inmóvil con sus ojos clavados en la cámara, un leve escalofrío recorre tu espinazo mientras te preguntas: ¿cómo puede una niña transmitir esa mirada de desazón, de pérdida, de locura en fin?
Me quito el sombrero ante esta niña.
La cámara de Wes Anderson se mueve de una manera muy especial, transformando lo ordinario en artístico, como pocos saben hacerlo. Ésto es sin duda alguna el punto fuerte de la película, que por otro lado parece floja en cuanto a guión y argumento. Y digo parece porque si profundizamos hay mucho más detrás. Cito por ejemplo un diálogo brillante:
Suzie: Siempre he querido ser huérfana. La mayoría de mis personajes favoritos lo son. Creo que vuestras vidas son más especiales.
Sam: Te quiero pero no sabes lo que dices.
Y finalmente: algo brillante. Para mí sin duda lo más impactante de la película. El desbordante talento interpretativo de Kara Hayward. Cuando ese rostro infantil te observa impertérrito, bajo un primerísimo plano, y se queda fija e inmóvil con sus ojos clavados en la cámara, un leve escalofrío recorre tu espinazo mientras te preguntas: ¿cómo puede una niña transmitir esa mirada de desazón, de pérdida, de locura en fin?
Me quito el sombrero ante esta niña.