Una película que nos llegó a España como si fuera algo independiente (véase el título que se le puso) pero que en Reino Unido proviene de una serie de televisión sobre espías allí llamada Spooks. Con lo cual, la distribuidora nos trajo una película que si bien puede verse obviando la serie, y que es una especie de capítulo ampliado, nos demuestra que hay partes en que es inevitable perderse por varias razones: como en el caso del personaje de Peter Firth (Tess), del que apenas sabemos en la película pero que tiene un personaje bien desarrollado en la serie, y en la propia trama secundaria.

Para dar el salto al cine se contrata a un buen Kit Harington (Juego de Tronos) que realmente se desenvuelve bien en el rol de espía con desconocimiento de causa. Peter Firth está en su línea volviendo al rol de la serie (y quizás auténtico protagonista de la cinta) y el resto del reparto británico cumple las expectativas con Jennfer Ehle (Saint Maud) como tercera cara más conocida. En cuanto a la dirección corre a cargo de Bharat Nalluri (El Hombre que Inventó la Navidad) que vuelve a las tramas de espionaje del MI5 tras dirigir varios episodios de la serie Spooks. Así demuestra que conoce y sabe a lo que va, con un estilo televisivo y entretenido, pero que nos pone entre manos una trama que se sostiene entre palillos y es evidente que para los que no hemos visto la serie se nos queden muchas cosas atrás aunque en el reparto sólo hallemos al bueno Peter Firth. Y quiere rizar mucho el rizo, pero a veces nos acordamos de las motivaciones centrales de la historia y nos cuesta meternos en ella. Aún así, como cine de entretenimiento cumple muy dignamente y nos entrega una película de espionaje bien realizada pero sabiendo que es deudora de la serie.