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Voto de Mrs Trixie:
10
4,6
3.606
Acción. Thriller
Un prisionero del gobierno consigue escapar en paracaídas del avión que le trasladaba a una prisión federal, ayudado por su temeraria y peligrosa cohorte de secuaces. Pete Nessip (Wesley Snipes) ha intentado detener la huída, y a cambio, ha logrado que, mientras las autoridades investigan el incidente, le retiren del servicio. Pero que se encuentre suspendido no significa que abandone la acción. Y ahora está decidido a detener a los asesinos. (FILMAFFINITY) [+]
9 de septiembre de 2010
12 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con unas reminiscencias kafkianas en la composición de la trama que harían llorar de dulce melancolía al mismísimo Trumbo , una fotografía que llevaría al éxtasis a los mejores directores de fotografía chinos, unos secundarios que hacen que "Viaje a ninguna parte" parezca un culebrón salvadoreño escrito por una monja estreñida y un Wesley Snipes en tal sublime estado de gracia que descuartizaría en duelo interpretativo al mismísimo Brando de un tranvía llamado deseo recitándole los lantánidos de la tabla periódica, mientras come polvorones de coco, la triple B, Badha-Barsocchini-Bishop, vuekve a la carga y trae a nuestros hogares y en prime time, cortesía de la sexta, uno de los eslabones perdidos del cine de acción: el thriller dadaista aéreo.
(sigo en "spoiler")
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Imposible no destacar que esta película cuenta en su haber con una de las grandes escenas de la historia del celuloide, equivalente en intensidad dramática a la caida del carrito de bebé del Acorazado Potemkin (una película, que, escena del carrito aparte, está evidentemente sobrevalorada. Me gustó más su fibroso remake encubierto obrado por la infravalorada inspiración de Ricardo Bofill: Hot Milk), en dicha escena,que me desvío, el secundario de lujo (Gary Busey, muy recomendable el visionado de algunas de sus incursiones en el cine mejicano underground erótico de los 70: "El tamaño no es problema en una película erótica", o la imprenscindible "Rodada en Los Ángeles, aunque parezca mentira"-ver el montaje del director) se enfrenta y vence al villano, metáfora maravillosa que por su fuerza simbólica hace que el mito de la caverna parezca un mal chiste de Arévalo (disculpad la redundancia). El bueno de Gary acaba con la vida del malvado aasesino (encarnado por el fantástico Kyle Sycor, ganador de varios premios extries por su labor como figurante en Canción Triste de Hill Street y Dinastia durante 14 años) utilizando el paracaidas, una representación de su alma plúmbea y atormenatada, pero irreductible que acaba ahogando a la encarnación del mal. Insuperable...
Mención especial para los efectos especiales de los hermanos Gilmond y a Carl Zenom por el diseño de un cartel original, rompedor, excepcional en su composición.
Para terminar, dar por último las gracias al cine por hacernos aprender de la vida a través de un mando a distancia y un poco de peyote.
Mención especial para los efectos especiales de los hermanos Gilmond y a Carl Zenom por el diseño de un cartel original, rompedor, excepcional en su composición.
Para terminar, dar por último las gracias al cine por hacernos aprender de la vida a través de un mando a distancia y un poco de peyote.