Veníamos de una primera parte de saga, con una comedia ágil, fresca, y con momentos muy divertidos. Al ver la segunda parte, queda la sensación de película poco trabajada, muy irregular, con muchas lagunas en el guión, con pocos momentos de risas, y con actores que ninguno de ellos, demuestra ni un ápice de los brillantes papeles realizados en la película predecesora.

A destacar el papel de Rosa María Sarda, que en su caso sale bastante bien parada del conjunto del reparto, y rogar a Berto Romero, que siga al lado de Buenafuente, pero que no lo volvamos a ver en un papel cómico en una película (papel insulso, con muy poca gracia, y que rompe el ritmo del film).

En definitiva quien no vio la primera parte de la saga, puede salir horrorizado de la sala, quien la vio, puede que salga muy decepcionado, con la segunda parte. Esperamos no tener que presenciar una tercera parte, de esta saga que agoniza...