Ayer tuve la ocasión de ver lo nuevo de Mann en pantalla grande y la verdad es que era justo lo que me esperaba. A pesar de que mucha gente dice que le ha aburrido, a mí en general me ha mantenido pegado el culo al asiento durante sus dos horas y veinte. Ahora bien, el grandísimo talón de Aquiles de 'Enemigos Públicos' es eso que algunos llamamos carisma. Se mire por donde se mire, no hay por ningún lado, dejándonos una cinta chula por fuera pero vacua por dentro.

En cuando a interpretaciones, Depp se defiende bastante bien y se salva de la quema. El problema está en "Christian Somnífero Bale" al que un día le vamos a ver en nuestro plato de sopa. Ha pasado como con 'Heat', que nos venden un duelo y unos cara a cara de la leche, y nos encontramos al final con un gato que persigue al ratón pero a kilómetros de distancia. La relación entre Depp-Cotillard no cuaja, pero no porque no haya "feeling" entre ellos, sino porque a Cotillard se la pierde el rastro de la pantalla durante una hora larga y entonces es al final, cuando nos enlatan toda la química que se debería de haber producido entre ellos. En ese momento, el espectador ya lleva dos horas largas de película tratando de buscar esa escena con la que se diga: "esta película es la hostia, se merece más de un notable".

La cinta aparte, lleva una tremendo lastre en cuanto a inverosimilitudes se refiere, ya que salir de la cárcel un par de veces a los cinco minutos es un tanto sospechoso (no os preocupéis que no es un gran spoiler). También he visto algo desacertado ese rodado digital que campa a sus anchas por el metraje activándose cuando le viene en gana y que queda en algunos momentos algo cutre. Aquí no para la cosa, ya que todas la figuras del cuerpo de policía de Chicago han quedado como unos gilipo***. Además, a pesar de que no aburre, sí que tiene escenas que sobran donde Mann se recrea sin mucho éxito.

De todas formas, y aunque la haya puesto verde en muchos aspectos, Johnny Depp creo que se salva de la quema, algunas escenas (como la del bosque) aunque sean "ruidosas" están logradas, la ambientación de la época (coches y armas sobre todo) es más que interesante y ya para terminar, saber que está basada en hechos reales te reconforta y a pesar de que sobren muchos minutos, yo no me he aburrido en ningún momento, que creo que esto es importante por los tiempos que corren. En fin, la doy un seis, pero eso sí, hay que tenerlos bien grandes para volver a verla.