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España España · Anchuelo
Voto de nacho:
5
Drama Tras un aterrizaje de emergencia en medio del campo gracias al cual salvan la vida un centenar de pasajeros, el comandante Whip Whitaker (Denzel Washington), que pilotaba el avión, es considerado un héroe nacional. Sin embargo, cuando se pone en marcha la investigación para determinar las causas de la avería, se averigua que el capitán tenía exceso de alcohol en la sangre. (FILMAFFINITY)
3 de febrero de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando alguien se sienta para escribir una historia con la intención de que sea lo más real posible, ha de hacerlo con el corazón. Yo no estoy dentro de Zemeckis para saber cuál es el grado de sinceridad que ha pretendido mostrar en este film. Los espectadores supongo que tenemos algo que decir de lo que nos ha transmitido esta película. ¿Un comandante de vuelo que tiene un consumo de alcohol y drogas para tumbar a un elefante y nadie lo ha notado? O si lo saben hacen la vista gorda. ¡Es un avión repleto de personas, por Dios! Verán, un maquinista de renfe, tiene que pasar controles de férreos cada pocas semanas. El siglo XXI es lo que nos ha traído, la revolución tecnológica. Yo no sé si un comandante de vuelo en los años setenta u ochenta podía beber tanto como el protagonista de esta película, genialmente interpretado por Denzel Washington. Si realmente Zemeckis nos ha querido mostrar una historia real, yo no montaré más en mi vida en un avión. ¿No hay controles en las sociedades más modernas? Perdonen que haya insistido pero es que a los críticos profesionales, no se les ha pasado esto por la cabeza. El comienzo de la película no tiene ni pies ni cabeza. El director se ha ganado sus 20 minutos de gloria con la escena del aterrizaje, permitiendo que la historia carezca de autenticidad. Una escena que perfectamente podía haber rodado sin tener que enredarlo todo con un adicto. Verán, la historia trata de lo de después. Todo lo le sucede al protagonista de la historia, que muy bien podría ser un albañil, un mecánico de coches, un Vigilante de seguridad, un administrativo, o usted o yo mismo. El alcohol y otras sustancias que dominan a quienes las consumen. Aparece en la cinta: Kelly Reilly haciendo un papel duro al principio, utópico después. Es una yonqui que surge en la vida del protagonista muy al inicio de la cinta y nos muestra todas sus miserias, puesto que si hubieran sido miserias añadidas del protagonista, serían demasiadas las miserias que mostrar para una sola persona. Pero en definitiva quien está enganchado a las drogas, tiene tanta o más miserias. Da la impresión de ser parte subconsciente del protagonista y nos lo han introducido en algunos de los personajes satélites que van apareciendo en la película. Un papel que por no desvelar la trama, diré que muy poco logrado y creíble, muy “MADE IN USA”. Tópicos tras tópicos para suplir la ausencia del conocimiento del mundo de las adicciones, apareciendo un típico grupo de Alcohólicos Anónimos. Todo muy americano, y nos deja con la sensación de que quienes quieren rehabilitarse de las drogas o el alcohol en los Estados Unidos de Norteamérica, tiene que creer indefectiblemente en Dios, puesto que la única forma de rehabilitación es la redención. Se han quedado al margen las terapias de autoayuda cognitivo conductuales y todo ello por el lucimiento de un director que solo ha pensado en sí mismo y en hacer caja y no abordar la problemática de la rehabilitación como se hace en el resto de países desarrollados. Si desean saber cómo funcionan en España las asociaciones de terapia de Autoayuda, les recomiendo leer la novela: “Soy Alcohólico, Historia de una enfermedad”. Casualmente soy el autor de la mencionada novela.
Para el elenco y su interpretación un 10 sobre 10, para los responsables de la cinta un 2 sobre 10.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
nacho
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