"Dogma" es la cuarta película del genial director Kevin Smith, que en este caso nos ofrece una disparatada comedia con toques de sátira hacia muchos aspectos de la religión y del comportamiento humano en base a ella. Entre los actores más destacados del filme encontramos a los protagonistas Ben Affleck y Matt Damon, que interpretan a dos resentidos ángeles con ganas de saldar cuentas con el todopoderoso, y a actores de la talla de Chris Rock, Salma Hayek o Linda Fiorentino (Men In Black). Por supuesto esta historia contará la con participación de los dos personajes estrella del director; Jay y Bob el silencioso (Jason Mewes y el propio Smith), a cuyo cargo irán los momentos más cómicos del filme.

Para esta película, Smith, ha querido tratar por encima de todo el tema de la religión, y lo hace de forma desenfadada. La película nos pone en situación de la existencia de un dios y de todo su séquito de criaturas celestiales, así como sus opuestos malignos, y de cómo estos conviven entre nosotros llevando a cabo sus labores de formas bien distintas entre sí y a cada cual más peculiar. Los dogmas de fe, las creencias y las prácticas religiosas serán temas criticados a lo largo de la película, así como el trato que los hombres dan a la divinidad creadora y su libro sagrado.

No conviene engañarse con este apartado, pues no estamos ante una película que pretenda evaluar todos estos términos de forma rigurosa y seria, todo lo contrario. En "Dogma" encontraremos una serie de personajes mitológicos que hacen que el cielo y sus habitantes parezca más una comunidad de seres humanos, con sus diferencias y mezquindades, que un grueso de seres perfectos e infalibles.

Ciertos pasajes del filme invitan a una liviana reflexión acerca de la fe, y los creyentes más acérrimos encontrarán una película ofensiva si eso es lo que pretenden buscar. Lo cierto es que con "Dogma" estamos ante una historia que lo que persigue es criticar sólo el concepto de religión y de cómo la humanidad la ha ido explotando a lo largo de los siglos, independientemente de la existencia de una divinidad.

La narración del filme sigue un patrón muy acertado, incluyendo elementos que aportan dinamismo a los 128 minutos de película, los cuales transcurren de forma muy amena. Los personajes de la película son su mayor riqueza, además de la variedad de diálogos, que van desde lo más descabellado hasta los que hacen pensar en conceptos mayores.

La película nos plantea una idea original fruto de una mente que produce historias aparentemente simples pero muy ricas en sustancia, como es la la de Kevin Smith, un director que a través de la comedia sabe guiar a su público a una idea en particular y no se centra en hacer reír con el chiste fácil. "Dogma" es muy recomendable para aquellos que buscan una película cómica que además de entretener y divertir, transmita la sensación de haber visto algo más, y no una sucesión de gags humorísticos planos y vacíos.