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España España · MADRID
Voto de LUNERA:
7
Drama Remake del film danés de Susanne Bier, "Brothers (Brødre)" (2004). El condecorado capitán Sam Cahill (Tobey Maguire) es enviado a combatir en Afganistán. Unos meses después, el gobierno lo da por muerto o desaparecido. Tras conocer la noticia, su hermano Tommy (Jake Gyllenhaal) se queda en Estados Unidos, cuidando de su cuñada (Natalie Portman) y sus sobrinos. Con el tiempo, Tommy se gana su cariño y llega a sustituir a su hermano como ... [+]
29 de marzo de 2010
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las comparaciones suelen ser odiosas, porque uno tiende a comparar cuando echa algo en falta. Por eso, y por lo que dicen muchas de las críticas de la última película de Jim Sheridan, intuyo que los que no hemos visto la versión danesa original que ha inspirado este ‘remake’ partíamos con cierta ventaja.

En los últimos tiempos están de moda las películas americanas desarrolladas en los epicentros bélicos ocupados por fuerzas armadas estadounidenses (‘En tierra hostil’, ‘Los hombres que miraban fijamente a las cabras’, ‘Green Zone’, etc.) Probablemente esta proliferación de cine denuncia responde a la necesidad de liberar las tensiones que se han ido acumulando en EEUU en los últimos tiempos.

En este contexto, la mayor aportación de ‘Brothers’ es su intención de hurgar y destapar el dolor y los traumas que la guerra (en este caso la de Afganistán) provoca en las ‘otras’ víctimas directas: los propios militares, sus familias y allegados directos. ‘Brothers’ nos deja ver las fisuras que presentan los cimientos familiares sobre los que se eleva el ecosistema militar, y pone al descubierto las devaluaciones que sufren los valores militares en tiempos de crisis (cuándo acechan las desgracias).

Pero desafortunadamente, la película de Jim Sheridan y la guerra de Afganistán comparten algo más: que el fin no siempre justifica los medios. Y es que ‘Brothers’ adolece de algunas limitaciones importantes. Se trata de una película que exceptuando el final (de lo mejorcito), peca de excesivamente plana y superficial. La tensión argumental y el drama no hacen mella en el espectador, no convencen. Durante demasiados momentos parece una típica película de sobremesa de domingo: el hermano mayor-héroe (Tobey Maguire) que se da por muerto en la guerra, y su hermano menor-rebelde-sin-causa (Jake Gyllenhaal) que tontea con su cuñada, que está buenísima (Natalie Portman) y que en realidad era a él a quien siempre había querido, hasta que el héroe regresa y pasa algo. Afortunadamente ese ‘algo’, el desenlace, consigue atar algunos cabos que no estaban tan sueltos y consigue darle un toque agridulce a una trama demasiado empalagosa hasta ese momento. Jim Sheridan no logra tejer una relación ni consistente ni creíble entre los personajes, en parte porque no ahonda en su psicología (se queda en lo superficial), en parte porque deja demasiado a la vista los hilos que mueven a sus personajes (cual títeres), en parte porque el reparto tampoco ayuda demasiado. Tobey Maguire transmite lo mismo cubierto con la máscara de Spiderman que sin ella (admito que no es santo de mi devoción), Jake Gyllenhaal y Natalie Portman simplemente bien, correctos. La mejor interpretación, con diferencia, la de la niña mayor, realmente estremecedora. Tomemos nota de esta joven promesa.

Resumiendo, película interesante sobre la cara oculta de la guerra que se salva por la campana gracias a que al final los mensajes relevantes se imponen por su propio peso.
LUNERA
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