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Voto de Miquel:
8
8,2
123.710
Bélico. Drama
Un grupo de reclutas se prepara en Parris Island, centro de entrenamiento de la marina norteamericana. Están bajo las órdenes del sargento Hartman, duro e implacable, cuya única misión en la vida es endurecer el cuerpo y el alma de los novatos, con el objetivo de que en el futuro puedan defenderse del enemigo. Pero no todos los jóvenes están preparados para soportar sus métodos. (FILMAFFINITY)
4 de septiembre de 2011
45 de 49 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drama bélico del realizador Stanley Kubrick (1928-1999), que también escribe el guión. Lo hace con la colaboración de Michael Herr y Gustav Hasford, a partir de la novela autobiográfica “The Short Timers” (1979), de Gustav Hasford (1947-1993), que se alista en los marines a los 20 años y participa en la guerra de Vietnam como periodista de guerra del Ejército. Entre la película y la novela hay importante diferencias argumentales. Se rueda en escenarios naturales de Carolina del Sur e Inglaterra y en los platós de Pinewood Studios (Buckinghamshire, Inglaterra) con un presupuesto estimado de 17 millones USD. Es nominado a un Oscar (guión adaptado) y gana un premio David de Donatello (productor film extranjero). Producido por Stanley Kubrick para la Warner, se proyecta por primera vez en público el 17-VI-1987 (Beverly Hills, EEUU). La acción dramática tiene lugar en Parris Island (Carolina del Sur) y en Vietnam. Los hechos de guerra centrales tienen lugar en la ciudad de Hue (Vietnam) durante la ofensiva del Tet (enero-marzo de 1968).
Los protagonistas son el sargento de instrucción militar Hartman (Ermey), que en la vida real no era actor profesional, sino instructor militar. Por lo demás, destacan las figuras de T. Joker Davis (“Bufón”) (Modine), como protagonista y narrador (“alter ego” de Hasford); Leonard Lawrence (“Patoso”) (D’Onofrio), con sobrepeso, torpón y lento, blanco de burlas y novatadas; “Cowboy” Evans (A. Howard), amigo de Joker; “Pedazo de animal” (Baldwin), descreído e intimidador; “Ébano” (Harewood), amigo afroamericano de “Pedazo de animal”; “Rompetechos” (K.M. Howard), de corta estatura y fotógrafo de guerra; “Bola de nieve”, afroamericano objeto de burlas e irónico; el teniente Lockhart (Ferry) y otros.
La película consta de dos capítulos diferenciados, que componen una clara unidad narrativa, habida cuenta de la complementariedad de ambos y las interrelaciones que se dan entre ellos. En el primer capítulo se describe la instrucción militar de los marines en el campo de entrenamiento de Parris Island, un tema de interés poco tratado en cine. El segundo capítulo está dedicado a la guerra de Vietnam, donde es destinado el grueso de los reclutas de la compañía 3092. La narración de ambos capítulos es intensa, absorbente, conmovedora y en no pocas ocasiones aterradora. Construye un relato realista y crudo, que focaliza la atención en las reacciones que provoca en los personajes la instrucción militar recibida y la participación activa en la guerra. La dirección y la puesta en escena son excelentes.
La descripción del período de instrucción muestra la utilización sistemática de la humillación personal y la degradación humana a través de la anulación de las facultades de raciocinio y análisis y la prohibición de hablar salvo para responder lacónicamente, con un si o un no las más de las veces, a las preguntas del instructor. Éste hace uso de un lenguaje soez, machista, intimidatorio, ofensivo y obsceno.
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Los protagonistas son el sargento de instrucción militar Hartman (Ermey), que en la vida real no era actor profesional, sino instructor militar. Por lo demás, destacan las figuras de T. Joker Davis (“Bufón”) (Modine), como protagonista y narrador (“alter ego” de Hasford); Leonard Lawrence (“Patoso”) (D’Onofrio), con sobrepeso, torpón y lento, blanco de burlas y novatadas; “Cowboy” Evans (A. Howard), amigo de Joker; “Pedazo de animal” (Baldwin), descreído e intimidador; “Ébano” (Harewood), amigo afroamericano de “Pedazo de animal”; “Rompetechos” (K.M. Howard), de corta estatura y fotógrafo de guerra; “Bola de nieve”, afroamericano objeto de burlas e irónico; el teniente Lockhart (Ferry) y otros.
La película consta de dos capítulos diferenciados, que componen una clara unidad narrativa, habida cuenta de la complementariedad de ambos y las interrelaciones que se dan entre ellos. En el primer capítulo se describe la instrucción militar de los marines en el campo de entrenamiento de Parris Island, un tema de interés poco tratado en cine. El segundo capítulo está dedicado a la guerra de Vietnam, donde es destinado el grueso de los reclutas de la compañía 3092. La narración de ambos capítulos es intensa, absorbente, conmovedora y en no pocas ocasiones aterradora. Construye un relato realista y crudo, que focaliza la atención en las reacciones que provoca en los personajes la instrucción militar recibida y la participación activa en la guerra. La dirección y la puesta en escena son excelentes.
La descripción del período de instrucción muestra la utilización sistemática de la humillación personal y la degradación humana a través de la anulación de las facultades de raciocinio y análisis y la prohibición de hablar salvo para responder lacónicamente, con un si o un no las más de las veces, a las preguntas del instructor. Éste hace uso de un lenguaje soez, machista, intimidatorio, ofensivo y obsceno.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
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La personalidad de los reclutas se ve afectada por el habitual corte de pelo al rape del primer día, la sustitución de sus nombres y apellidos por motes burlescos impuestos por el instructor y otros medios de alienación, sometimiento y bloqueo. La descripción de la vida de los antiguos reclutas en los campos de batalla pone de manifiesto las consecuencias de la increíble instrucción recibida. No tienen en cuenta las convenciones de Ginebra, no citadas ni una sola vez; se respira un clima que alimenta ideas a favor del todo vale en la guerra porque su único objetivo es vencer a toda costa; los soldados muestran una frialdad perturbadora ante el desarrollo de los combates y manifiestan opiniones odiosas sobre los oponentes (enemigos), etc. Por otro lado, el film deja constancia de la sinrazón de la guerra y de su terrible crueldad, pone en evidencia la fragilidad y la ausencia de ideales y valores, denuncia la reiteración de decisiones y órdenes caprichosas, desvela el imperio del desorden y el caos que informa la realización de las operaciones bélicas, la guerra misma y la vida civil que la rodea, etc.
El relato es inmisericorde y cruel. No contiene ningún elemento lírico o romántico y no faltan referencias que provocan rechazo y desaprobación. No se establecen vínculos de simpatía entre el espectador y los personajes. La ironía se pone al servicio de la denuncia, el sarcasmo, la crítica descarnada o la burla de algún personaje (referencia del instructor al arte moderno). El público se ve enfrentado a la guerra como espectáculo atroz y espantoso, explicado desde una mirada gélida y a la vez abrasadora. La obra, poderosa y potente, es abiertamente antibelicista y antimilitarista.
La banda sonora, de Abigail Mead (Vivian Kubrick), aporta una partitura original fría, dramática y etérea, dividida en 7 cortes. Como música añadida ofrece melodías de fondo conocidas, como “Estas botas son para caminar”, de Nancy Sinatra, que acompaña la llegada de los protagonistas a Vietnam; “Hello Vietnam” al inicio del metraje y la “Mickey Mouse Club March”, que ambienta una de las escenas culminantes del film. Hacia el final se oye la conmovedora canción “Pint It Black”, de los Rolling Stones. La fotografía, de Douglas Milsome, crea largos travellings, rueda filmaciones, hace uso alterno de escenas iluminadas, escenas de muy escasa luz, escenarios tenebrosos y contraluces inquietantes. El ambiente visual que envuelve la obra es rico en referencias visuales de la muerte, la agonía y heridas cebo, con algunas secuencias escalofriantes. El título hace referencia a la funda de metal que envuelve y cierra las balas, como se explica en el film y, por analogía, al revestimiento interior de los ataúdes para los caídos en combate.
La personalidad de los reclutas se ve afectada por el habitual corte de pelo al rape del primer día, la sustitución de sus nombres y apellidos por motes burlescos impuestos por el instructor y otros medios de alienación, sometimiento y bloqueo. La descripción de la vida de los antiguos reclutas en los campos de batalla pone de manifiesto las consecuencias de la increíble instrucción recibida. No tienen en cuenta las convenciones de Ginebra, no citadas ni una sola vez; se respira un clima que alimenta ideas a favor del todo vale en la guerra porque su único objetivo es vencer a toda costa; los soldados muestran una frialdad perturbadora ante el desarrollo de los combates y manifiestan opiniones odiosas sobre los oponentes (enemigos), etc. Por otro lado, el film deja constancia de la sinrazón de la guerra y de su terrible crueldad, pone en evidencia la fragilidad y la ausencia de ideales y valores, denuncia la reiteración de decisiones y órdenes caprichosas, desvela el imperio del desorden y el caos que informa la realización de las operaciones bélicas, la guerra misma y la vida civil que la rodea, etc.
El relato es inmisericorde y cruel. No contiene ningún elemento lírico o romántico y no faltan referencias que provocan rechazo y desaprobación. No se establecen vínculos de simpatía entre el espectador y los personajes. La ironía se pone al servicio de la denuncia, el sarcasmo, la crítica descarnada o la burla de algún personaje (referencia del instructor al arte moderno). El público se ve enfrentado a la guerra como espectáculo atroz y espantoso, explicado desde una mirada gélida y a la vez abrasadora. La obra, poderosa y potente, es abiertamente antibelicista y antimilitarista.
La banda sonora, de Abigail Mead (Vivian Kubrick), aporta una partitura original fría, dramática y etérea, dividida en 7 cortes. Como música añadida ofrece melodías de fondo conocidas, como “Estas botas son para caminar”, de Nancy Sinatra, que acompaña la llegada de los protagonistas a Vietnam; “Hello Vietnam” al inicio del metraje y la “Mickey Mouse Club March”, que ambienta una de las escenas culminantes del film. Hacia el final se oye la conmovedora canción “Pint It Black”, de los Rolling Stones. La fotografía, de Douglas Milsome, crea largos travellings, rueda filmaciones, hace uso alterno de escenas iluminadas, escenas de muy escasa luz, escenarios tenebrosos y contraluces inquietantes. El ambiente visual que envuelve la obra es rico en referencias visuales de la muerte, la agonía y heridas cebo, con algunas secuencias escalofriantes. El título hace referencia a la funda de metal que envuelve y cierra las balas, como se explica en el film y, por analogía, al revestimiento interior de los ataúdes para los caídos en combate.