Lo cierto es que me ha sorprendido muy gratamente esta película. Tiene un excelente guión (las similitudes con el estilo de Wes Anderson son muy evidentes, y además es el productor) y un plantel de actuaciones magníficas en el que nadie (ni siquiera un Baldwin) desentona lo más mínimo, y del cual destacaría al tristemente depauperado Jeff Daniels, un actor con excelentes trabajos que nunca ha sido tomado en serio del modo que se merece, aunque no debemos olvidar a una Laura Linney con momentos brillantes. Los jóvenes actores también salen muy bien parados.
Su puesta en escena resulta muy sobria y sencilla, pero de excelente gusto, justo lo que una historia así, intimista y que juega con la comedia y el drama, pide. Muy buena selección de los temas musicales.
Hay muchas referencias simbólicas en el guión, como el jugar al tenis y al ping-pong mientras se pasan los hijos entre ellos continuamente, como la pelota. Supongo que al ser el padre un escritor y comentar numerosas obras en la película también habrá simbolismo con respecto a alguna.
De los 4 protagonistas creo que el más interesante es el joven Walt, el chico que lleva tiempo librando una batalla interior entre su padre y su madre, según parece desde que nació su hermano. Se parece mucho más a su madre, una mujer no inculta pero sí más pragmática que su padre, un intelectual que vio frustrada su carrera como escritor, y sin embargo quiere parecerse a él, engañando a los demás para que crean que realiza grandes obras, e incluso engañándose a sí mismo con su modo de juzgar lo que le rodea, dejando a un lado los momentos más felices que pasó con su madre. Además su padre quiere que sea como él, dejándolo bien claro cuando el chico piensa ir a ver 'Cortocircuito' y él le comenta que tiene mejor pinta 'Terciopelo Azul'.
El título original 'The Squid and the Whale' es una delicia sustituída por un horrible 'Una historia de Brooklyn'. Parece que fuera tarea de la misma persona que se encargó de destrozar títulos tan sugerentes como 'Little Children' o 'Eternal Sunshine of the Spotless Mind'. Vamos, una barbaridad.
Como curiosidad diré que el hermano menor es interpretado por Owen Kline, hijo de Kevin Kline, y que el guión está basado en las propias experiencias de Noah Baumbach y su hermano cuando sus padres se divorciaron.
En definitiva, una obra muy agradable y estimulante sobre lo traumática que puede ser para todos, en especial para los hijos, una separación supuestamente amistosa, manteniendo un tono ligeramente de comedia en todo momento, siguiendo la estela de Wes Anderson.