‘The Amazing Spiderman 2: Rise of Electro’ (me hubiera encantado que se usara el título que alguna vez se rumoró: The Awesome Spiderman) comienza con una escena vertiginosa de la muerte de los padres de Peter. Me dejó un buen sabor de boca, porque aunque no se muestra explícitamente, esta mini-trama de espionaje, y demás, nos acerca, aunque sea en nuestra imaginación, a SHIELD, y a su vez a ese grupito encabezado por cierto Capitán. Sabemos que probablemente no pase, pero soñar no cuesta nada. Y luego, casi sin dejar respiro, vemos una genial escena con nuestro vecino amistoso, con un particular estilo del humor, vacilando a sus rivales, tal y como se concibió en los cómics. La película no podía empezar de mejor manera. Y en sólo dos escenas, ya se había deslindado de todas las comparaciones que podríamos hacer posibles con la trilogía anterior.

Andrew Garfield y Emma Stone echan chispas cada vez que salen en pantalla, aún más que en la entrega anterior, si cabe. Sus no pocas escenas juntos han despertado muchas críticas, pero a mí me han parecido muy naturales, y aunque algunas resultan ligeramente empalagosas, están lejos de esas escenas con frases grandilocuentes y expresiones acartonadas que se nos muestran en otras películas. Ambos son un gran acierto de casting, sin negar el trabajo del director, cuyo trabajo de actores fue una de las razones por las que fue contratado para dirigir las cintas del hombre araña.

Con respecto a los villanos, en la interminable campaña promocional de la película se nos vendía la idea de que Spiderman se enfrentaría a tres villanos, incluso al mismo tiempo, pero nada más lejos de la realidad. Hay un amo y señor en todo el film y es Harry Osborn (Dane DeHaan), nadie más. Rhino, interpretado por el genial Paul Giamatti no es más que un cameo, preparándonos para lo que vendrá en el futuro (algo con el número seis), y Electro, cuyo nombre incluso aparece en el título, tiene un origen realmente patético, y aunque resulta un ser prácticamente indestructible, no es más que un vehículo para que Harry haga lo que se le dé la gana. La escena de su enfrentamiento con nuestro héroe en Times Square es tremendamente emocionante, pero un villano con un trasfondo tan pobre no podría ofrecernos más.

Todos sabemos lo que pasará, y por si no lo tenemos en cuenta, la película se encarga de anticipárnoslo en repetidas ocasiones. La fatalidad está latente en el film, y desde el discurso de graduación, sabemos que algo no acabará bien. Aún más cuando un imponente DeHaan aparece en escena (realmente muy bien llevada la historia y la evolución de este personaje). Y es que esa cara de desquiciado no nos puede pasar inadvertida. El momento cumbre, no sólo del film, sino de la historia de Spiderman en general llega, y aunque no pudo ser mostrado tal cual aparece en el cómic, pues ese recurso ya fue utilizado por Raimi en su primera parte (aunque no se atrevió a llegar a tanto), la manera en la que fue resuelta es excelente, luciéndose Webb, ofreciéndonos la que yo creo es una de las escenas más dramáticas de todas las películas de superhéroes, con un acertado pulso para la acción y el suspenso (de alguna manera juega con nosotros sobre cuál es el momento en el que pasará), variando momentos en los que resalta la banda sonora, los efectos de sonido, y otros en los que simplemente deja que el silencio sea quien participe, aunado a un efectivo uso del slow motion, para dejarnos con un Peter desolado y la enigmática imagen del reloj. Tengo sólo una palabra para esto: magistral.

Sin embargo, ‘The Amazing Spiderman 2’ no es una película redonda. Creo que le sobra algo de metraje (no sé cuál es la manía con que las películas actuales deban durar dos horas y media porque sí), que se evidencia en un tramo de la película en el que el ritmo decae. El film juega con varios frentes al mismo tiempo, y esto no termina de encajar, porque da la sensación de que hay cosas que estorban, como la subtrama de los secretos que descubre Peter sobre sus padres, que, aunque algo interesante, no termina por ser realmente estimulante, pues entre la (pobre) trama del origen de Electro, la historia de Harry, su padre y su enfermedad, y la relación entre Peter y Gwen, ésta termina perdiendo relevancia.

Técnicamente, la cinta es sobresaliente. Las escenas de acción están muy bien dirigidas y los efectos especiales son muy buenos. El elenco es solvente en su mayoría, sobre todo la pareja principal, además de Dane DeHaan y una genial Sally Field como la Tía May (sigo pensando desde la primera película que aunque no dice nada, ella sabe que su nieto es el hombre araña. En esta segunda parte es aún más evidente). Me ha gustado mucho el traje de Spiderman, inspirado en el universo Ultimate, y los ‘paseos’ del trepamuros por los rascacielos de Manhattan son espectaculares, así como los movimientos arácnidos de nuestro héroe. La banda sonora en ocasiones no se ajusta a lo que vemos en pantalla, y resulta algo estridente, además de que no hay un tema principal o leiv motiv que enganche e identifique al personaje principal. Asimismo, se echan en falta personajes icónicos como el de J.J. Jameson (aunque lo hayamos visto en un e-mail). Sí, sé que J.K. Simmons es inigualable, pero para la próxima entrega deben buscar un actor que al menos se le acerque (no dejo de pensar en un Robert Downey Jr. con canas interpretándolo, aunque sea imposible).

Lo mejor: las escenas de acción, el momento crucial y Dane Dehaan. Spiderman en general está genial: su sentido del humor, sus movimientos y la manera en la que evita pelear con sus enemigos hasta que no sea su último recurso.

Lo peor: su excesiva duración y sus demasiadas subtramas. Jamie Foxx.

Mi nota: 7,5/10

@riveros9
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