De la mano del director alemán Philipp Kadelbach (responsable, entre otras producciones, de la infumable "Riviera") llega esta producción británica de 2017 que recuerda mucho a "El Hombre en el Castillo" de Amazon, pero sin los medios y, sobre todo, sin el carisma de Rufus Sewell, el inolvidable "Obergruppenführer" de las SS John Smith. En su lugar nos encontramos con el inexpresivo Sam Riley como el comisario de Scotland Yard Douglas Archer, poco conocido por estos pagos y al que se le nota demasiado que nunca tuvo una educación formal como actor y que lo debe todo a ser bien parecido, siendo incapaz de mostrar registro interpretativo alguno que vaya más allá de poner todo el rato cara de que le aprietan los zapatos y que le deben dinero. De hecho, su interpretación es tan pobre y ausente de matices que al final estás deseando que el "Standartenführer" Oskar Huth (el agente especial de las SS llegado a Londres a hacer su propia investigación, interpretado por un más que solvente Lars Eidinger) le pegue cuatro tiros y a otra cosa.

No he leído la novela homónima en la que se basa la serie, escrita en 1981 por Len Deighton (tendré que buscarla, pues me encantan las ucronías), pero por lo que tengo entendido el autor describía con gran acierto, precisión y lujo de detalles la vida de una Inglaterra sojuzgada y dominada por los nazis. No es esa la impresión que transmite la serie pues, como ya he dicho, destila una más que notoria falta de medios y de escenarios. Por otra parte, hay momentos chocantes y risibles, como esa "amistad" germano-soviética que lleva a que el Londres ocupado muestre esvásticas con la hoz y el martillo encima o que se dispongan a entregar el cadáver del judío-alemán Karl Marx a Moscú... En cuanto a la compleja trama de la serie, es evidente que habría necesitado de algún episodio más para desarrollarla debidamente y sobre todo para darle un final algo más decente.

"SS-GB" puede verse en FILMIN. En la versión original inglesa parte de los diálogos eran en alemán, pero en la versión española estos también han sido doblados a nuestro idioma, dando por resultado curiosas escenas en las que alemanes e ingleses hablan en castellano... con subtítulos en inglés.