Antes de nada, entiendo perfectamente a todos aquellos que han salido espantados ante lo aquí exhibido; el nivel de empalago es considerable, qué digo, es inmenso. Ahora bien, si bien mi posición es muy cercana a la suya, no comparto del todo la mala baba de los mismos... Hay que ponerse en situación. Cuento de Navidad siempre ha sido una fábula no muy allá; un retrato bienintencionado acerca de lo que de verdad importa en la vida y lo fútil del dinero y demás riquezas. No creo, por tanto, que la intención de Dickens fuera escribir una obra maestra, como parece que sugieren algunos. Así, el mensaje de la obra permanece intacto y lo único que se le puede recriminar a Zemeckis es haberse querido lucir en exceso. Vale. Aun así yo se lo agradezco, pues el apartado visual es alucinante. ¿Que la película tiene poca chicha y provoca indigestión a más de uno? Correcto. A mí con el pie cambiado también me daría asco. Pero por una vez quisiera dejarme llevar por lo bonito de la estampa navideña y todo lo que ésta sugiere. Para variar :)