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España España · Madrid
Voto de MaxPower:
7
Drama Siglo XIX. En una remota aldea de Dinamarca, dominada por el puritanismo, dos ancianas hermanas, que han permanecido solteras, recuerdan con nostalgia su lejana juventud y la rígida educación que las obligó a renunciar a la felicidad. La llegada de Babette, que viene de París, huyendo de la guerra civil, cambiará sus vidas. La forastera pronto tendrá ocasión de corresponder a la bondad y al calor con que fue acogida. Un premio de ... [+]
12 de noviembre de 2012
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Veinticinco años pasan rápido si se hacen disfrutando de los exóticos manjares que saborean los comensales de esta entrañable y exquisita cinta. En 1987, Gabriel Axel se bañó de oro con un Oscar a la mejor película extranjera por "El festín de Babette", una comedia lírica ambientada en la Dinamarca del siglo XIX. Ese año también estuvo nominada "Adiós muchachos" de Louis Malle y, como curiosidad, "Asignatura aprobada" de José Luis Garci.

Y no es para menos que la nórdica se llevara el botín. Esta delicatessen protagonizada por inocentes pueblerinos es una de esas películas que, por mucho tiempo que pase, no envejecen. Quizás sea la poesía que la envuelve, la cómica peculiaridad de los personajes, los emocionantes diálogos, los amores imposibles y, sobre todo, la delicada forma de narrar el paso del tiempo, lo que la magnifica y hace perdurar.

Corren mediados de centuria y un militar del ejército francés es enviado a Jutlandia, una localidad agrícola danesa como reflexión por su inmaduro comportamiento. Lo que en principio le parecería un pueblo lleno de moscas, sin alma ni vida, acaba por cautivarle por completo, romance de por medio. Hasta que por devenires del destino debe abandonar la aldea. Misma fortuna corre un cantante de ópera que decide retirarse una temporada en busca de paz y aire puro. Es de esta forma tan humana y aparentemente desintencionada como el espectador se hace dependiente del pueblo, de sus vastos campos, de su naturaleza y de la camaradería que presiden sus habitantes. Pasan los años y las dos damas que en su día encandilaron a los apuestos nobles ya son dos ancianas relegadas al luto y a las tareas de casa. De pronto, un día suena la puerta y aparece una extraña, Babette, una mujer que huye de un París en guerra y dispuesta a lo que sea por hallar techo y cobijo pacífico.

La forma en que conectan con esta mujer, experta cocinera y ardua trabajadora, les atrapa de tal forma que pasada una década no se imaginan una vida sin ella, hasta que sus innovaciones hosteleras ponen en peligro la calma espiritual de los pueblerinos. Así empieza un festín de cacerolas, vino, postres y cine que el espectador saborea en su paladar y surgen la sonrisa, la melancolía, la nostalgia, la lágrima. El mensaje implícito de la austeridad huele a una sutil crítica a los lujos y vicios de las grandes ciudades, a un canto a la felicidad en lugares tan remotos y agrícolas como esta villa, religiosa y tradicionalista como ninguna. La felicidad bajo la amargura.
MaxPower
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