A pesar de que considero que Robert Downey Jr. Exagera un tanto su papel en esta segunda adaptación del comic a la gran pantalla, debo admitir que por fin han encontrado a un actor capaz de no interpretar, sino ser un superhéroe de la Marvel.
Quizás para un espectador que solo quiera pasar un rato entretenido pueda resultar un poco mediocre, debido a su poca seriedad. Pero para un fan de los comics (en los que por supuesto me incluyo ya que son innumerables las colecciones que me he leído y se de lo que hablo cuando digo que ese hombre es Tony Stark) puede ser una de las mejores adaptaciones a la gran pantalla, eso sí, no supera a su antecesora, aunque esta es mucho más entretenida gracias a que las escenas de largos diálogos se ven compensados gracias a los pequeños toques de humor y mucho más espectacular.
Por otro lado eso también tiene sus inconvenientes, ya que llega un momento que no sabes si tomarte la película enserio, por otra parte, el guion no esta tan bien elaborado ni la historia es tan interesante como en su primera adaptación, pero cuenta con unos efectos especiales de lujo. Los personajes podrían haber dado más de sí, están muy desaprovechados, y excepto algunos cambios que han hecho con respeto a su versión literaria (un ejemplo seria poner a Ivan Vanko como Whiplash cuando en realidad en el comic ese villano es Mark Scarlotti, mientras que Vanko en realidad es Crimson Dynamo) no hay mucho más que objetar.
La película está muy bien interpretada y cuenta con un reparto de lujo, en el que tenemos que destacar el trabajo de Mickey Rourke como Ivan Vanko y el de Sam Rockwell como Justin Hammer.
Sin duda es una buena propuesta y se deja disfrutar. Muy recomendable.