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España España · Zaragoza
Voto de Bobby Lee:
1
Terror Después de sufrir lo que ellos creen una serie de robos, una familia coloca cámaras de seguridad en toda la casa, descubriendo para su sorpresa un lado mucho más siniestro que los propios sucesos inquietantes que están viviendo... Secuela del gran e inesperado éxito del cine independiente "Paranormal Activity". (FILMAFFINITY)
28 de octubre de 2010
19 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues eso, ya me han quitado todos los chistes buenos: Para-anormales, Para-subnormal…
Francamente, no sé qué se le ve a la peor de las modas del cine de terror desde Meliés: los falsos reality o "mocumentales".

Como decía alguien por ahí, basta con juntarse tres o cuatro amigos con cámaras, varias cintas de video y saltar por ahí chillando "¡Se ha caído un botijo! ¡La casa está endemoniada!"

No hay ni que romper el botijo. Basta con un ruido que lo parezca, porque no se espera de la película que muestre todo lo ocurrido en la casa. De hecho, el director de "mocumentales" que se precie no mostrará los cuadros que se caen o las puertas que se cierren porque resultaría sospechoso: "¡Qué casualidad; todo pasa cuando está la cámara encendida!"

Aunque el director y los cámaras no tengan idea de cine, da igual. Como se supone que está rodando un aficionado, puedes permitirte toda clase de licencias: que se te caiga la cámara, rascarte el trasero con ella, o apuntar al escote de Katie Featherston -único aliciente de la 1ª- que los más aventajados de los alumnos de este tipo de cine lo considerarán un mérito: "¡Cómo finge que no tiene idea del movimiento de las cámaras!" (se oyen murmullos aprobadores)

Además ahorras en actores. No más de cuatro, a ser posible amiguetes, y así no tendrán ni idea de actuación. Con que sepan ponerse histéricos, ya vale. Eso será otra vez recibido con ronroneos de satisfacción por los "listillos", que considerarán como sensacional la manera que tienen los actores de fingir que son aficionados que no saben actuar.

Otra característica que destaca: el ahorro de planos. Al menos un 45 % deben ser planos estáticos en los que no se mueva nada. Absolutamente nada. Con lo cual, si en montaje son apañados, con una fotografía, por ejemplo, de la piscina, ya pueden sacar como mínimo veinticinco minutos de rodaje.

Si es una segunda parte de película con cierto éxito, donde se supone que debes gastar algo más, puedes usar un fondo fijo que va pasando, a la manera de los dibujos animados de antaño.

Puestos a no despilfarrar, no tirar dinero en cosas innecesarias, como música, iluminación, o ya que estamos el talento. Antiguamente una buena banda sonora y una iluminación adecuada te mantenían en tensión sin cansarte, con un subidón de adrenalina, hasta que salía Drácula, por ejemplo; o se marcaba el tiempo de la película de manera que Alien salía sólo tras el incompleto striptease de Ripley.

Eso sí que era medir los tiempos. Ahora la tensión se consigue con un plano estático de seis minutos de una cama vacía; plano en el que no pasa nada. Pero nada. En serio.

No entiendo cómo la gente ha pasado a ser tan poco exigente como para soportar estos bodrios sin irse del cine. Imagino que los 7 euros les "pican" en el bolsillo –porque ya no están- y también creo que el "boca a boca" que ha lanzado estas dos películas al estrellato no es una astuta campaña de marketing. Es que a nadie le gusta ser el único timado.
Bobby Lee
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